El hombre, a la Luna, y el turismo, a Lires

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

El mismo día que Armstrong pisaba el satélite, Raúl llevaba a sus clientas en carro

23 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Al mismo tiempo que Neil Armstrong ponía el pie en la Luna, aquel histórico 21 de julio de 1969, Raúl Areas Fandiño paseaba por Lires a Ascensión Herrero y sus dos hijas pequeñas. Lo hacía en su carro de vacas, porque la aldea no tenía carretera. Nacía Casa Raúl, abierta el año anterior y también el turismo en la Costa da Morte, con lo que las protagonistas de la imagen, que ahora ya tienen casa en la zona, han querido recordarlo posando en el mismo sitio, con el hijo y la nuera de Areas Fandiño, ya fallecido.

«Viñeron para catro ou cinco días e acabaron quedando tres semanas, que era o máximo de tempo que lle daba o seu traballo», cuenta Rosalía Areas, nieta del fundador y actual responsable del establecimiento, que mantiene una relación familiar con las hijas, y ahora ya con las nietas de Ascensión. «Chamámonos polo Nadal e viñeron moitos anos a quedarse nunha caravana na nosa finca, ata que compraron unha finca en Ruibo e fixeron unha casiña, porque para nós é coma se viñese un tío», detalla.

Aquellas primeras visitas -«todo era boca a boca, non había Internet»- propiciaron que llegaran otros muchos vallisoletanos y luego barceloneses hasta que Casa Raúl se quedó pequeña. «Moitas casas particulares comezaron así, de maneira extraoficial, porque na nosa xa non había máis capacidade e porque daquela aquí non había moito máis que as vacas e a pesca. Hoxe somos moitas familias as que vivimos do turismo en Lires», cuenta Rosalía que, eso sí, ve algunos servicios casi al nivel de los tiempos de Armstrong, como la cobertura telefónica o la señal de televisión. De hecho, ayer mismo era imposible hablar con Mariví Verdura Herrero, una de las niñas protagonistas de la histórica foto, y con su marido, José Ignacio López Santos. Su hija Judith, que también es otra asidua de Lires cuando puede, explicaba desde Valladolid: «Andan por Tedín por la casa, pero ya sabes como está allí el tema de la cobertura». Prueba de que medio siglo trajo avances prácticamente imposibles de soñar, pero también otras necesidades.

«Viñeron á voda das nosas fillas e nós tamén fomos a Valladolid»

Teresa Toba, madre de Rosalía y nuera del fundador de Casa Raúl, explica que la relación con muchos de sus clientes, como Ascensión y sus hijas es la de una familia. «Viñeron á voda das nosas fillas e nós tamén fomos á dunha delas. Unha das veces que fomos a Valladolid fixéronnos unha festa coma se fósemos os príncipes», explica Toba, que, después de 40 años en el negocio, tiene muchas historias de «xente educada, formal, de confianza». Explica que, por ejemplo, hay otra familia que lleva viniendo 35 años de manera ininterrumpida y el domingo llega una tercera que «tamén leva vindo un montón de anos». Hoy, con el Camino reciben a gente de todo el mundo, pero conservan esa esencia con gente que, de verdad, son ya de la casa.