Llega la hora de la verdad en la venta de Ferroatlántica

Juan Ventura Lado Alvela
J. V. Lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCIA

La empresa defiende su necesidad, el comité se opone y la Xunta insiste en que debe ir ligada a un plan industrial

13 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La presentación el pasado lunes día 1 en la Xunta de Galicia, por parte de Ferroatlántica, el documento con el que acredita oficialmente su intención de vender las fábricas y las centrales hidroeléctricas de la Costa da Morte, unida a la reunión de este jueves de la empresa y de los compradores con la plantilla, lleva la operación a un momento decisivo. Aunque no hay plazos establecidos, las urgencias financieras de Ferroglobe son máximas, y el futuro de un polo industrial tan importante para la comarca está en juego.

En la reunión del jueves con el comité estuvieron presentes el director de recursos humanos de Ferroglobe, José María Merino, y Alejandro Seco y Juan López, representantes de Ítakha, la entidad gestora del fondo norteamericano TPF que pretende la compra por 170 millones de euros.

Al término de la misma, un portavoz de Ferroglobe, a parte de insistir en que el grupo está «en dificultades moi graves», y mientras en Cee y Sabón se van a reactivar hornos no pasó lo mismo en el resto del mundo, defendió las bondades de una operación «legal e lexítima». Es más, invitó a ver la situación en positivo porque la compañía entiende que el ERTE, declarado pero que está suspendido, «protexe ao traballador», le garantiza «que non lle vai faltar o traballo, o pago e que non o van a despedir». Dado que, en esta ocasión, lo que se venden son las fábricas y las centrales juntas, «están garantidos os dereitos de todas as partes». Incluso el hecho de que Ferroglobe vaya a ser el proveedor y el comprador único de las plantas de la Costa da Morte, lo define como «un favor», en el que «Ferroatlántica non gaña nada», sino que lo único que hace es «aportar algo máis para a súa continuidade».

Sin embargo, los trabajadores no lo ven, para nada, así. El grueso del comité, con su presidente Santiago Paz al frente, emitió ayer un comunicado en el que ponen de manifiesto que Íthaka no adquirió ningún compromiso concreto y ni siquiera les entregó el contrato de compraventa. Es más, consideran que los términos de la operación anunciada están lejos del planteamiento que ellos formularon y de los que la Xunta, a la que le piden una reunión urgente con el conselleiro de Industria, tienen conocimiento. Entienden que el asunto del comprador y el proveedor único llevaría que «as plantas funcionarían como unha especie de maquila de Ferroglobe», lo que «podría considerarse unha segregación encuberta».

Paz se mostró «indignado», porque la Xunta, que se comprometió a ir de la mano con ellos, no les informase de la entrega de documentación, y aseguró que lo ve todo «bastante escuro», porque la empresa no retira ni el ERTE ni el recurso judicial. «¿Se non teñen nada que esconder, por que non poñen o contrato enriba da mesa?», se pregunta.

Por su parte, la CGT, que tiene cuatro representantes, por los seis de la CIG y los tres independientes, sí pone en valor los ofrecimientos de la empresa, porque no se tocan las condiciones de las concesiones y porque el comprador se va a hacer «cargo de todo e con total autonomía para o centro á hora de tomar decisións como pode ser a elección dos minerais, inversións...»

La Consellería de Industria, preguntaba al respecto, no aclara qué fue lo que le presentó Ferroglobe, ni por qué no informó a los trabajadores. Insiste en que seguirá vigilante de que se cumplan las condiciones de las concesiones y en que estará del lado de la plantilla. «O obxectivo é garantir a continuidade da actividade industrial e estar ao lado dos traballadores na defensa dos postos de traballo. A operación de venda debe pasar inescusablemente por un plan industrial serio e rigoroso», aseguraron desde el departamento dirigido por Francisco Conde, que incide en los precios de la energía.