La Costa da Morte busca en el surf un pilar económico que genere riquezas

Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

La candidatura para ser Reserva Mundial de Surf ha superado el primer cribado

13 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Mucho más que un deporte. Por una vez las Administraciones, asociaciones y el sector privado parecen estar de acuerdo en algo: hay que potenciar el surf como un pilar socio económico que genere riqueza en la Costa da Morte, y no tratarlo como una mera actividad de recreo.

Cada vez son más los que aprecian las potencialidades de esta costa. No habrá olas World Class, pero las que hay se mantienen constantes durante todo el año, y eso es algo que los aficionados a este deporte agradecen: no importa la época del año, en la Costa da Morte nunca se quedarán sin surfear. Además, es una zona que se compone de muchos kilómetros de costa, y la mayoría de ellos son surfeables, con lo que es muy complicado que las playas lleguen a masificarse.

Estas son solo dos de las características que la ONG Save The Waves tendrá que valorar para decidir si la Costa da Morte es digna de convertirse en Reserva Mundial del Surf o no. Hace dos meses, y fruto de una histórica unión del tejido asociativo, el sector privado y la Administración -por impulso de la Deputación-, se envió la solicitud de candidatura a la entidad, que por el momento solo ha expedido once certificaciones en todo el mundo, y a día de hoy ya se ha conseguido superar el primer escollo, tal y como informó ayer el vicepresidente de la Deputación, Xosé Regueira: «As mellores previsións cumpríronse e a ONG xa considerou que cumprimos os requisitos necesarios para, polo menos, presentar formalmente a nosa candidatura», explicó.

Lo hizo en un entorno inigualable, la playa de Razo, un paraíso del surf en el que tiene su cuartel general la escuela más veterana de España: Raz Surf Camp, que opera desde 1991. «Creo que esto servirá para sacarnos una venda. No puede venir gente de fuera a abrirnos los ojos: ni en el Pacífico Sur hay la recepción de olas que hay aquí. Tenemos muy poca población y muchas olas», considera Fabián Rubio, director técnico de la escuela, y añade que en la comarca «hay muy poca población y muchas playas» con potencial. «Que los niños dejen las consolas y los móviles y se echen al mar a practicar este deporte», concluyó.

La protección medioambiental y la difícil masificación: dos bazas con las que jugará la comarca

De salir adelante esta candidatura, la Costa da Morte se uniría a un selecto club del que solo forman parte otros once destinos surferos. Solo hay uno en Europa, y está en Portugal. Sería un verdadero hito. «Sabemos que será moi complicado nesta primeira vez, e máis cando hai verdadeiras potencias mundiais que levan anos intentándoo», señalaba ayer Regueira. Sin embargo, Jacobo Suárez y María Mesías, de Good Life, la consultoría con la que se gestó la candidatura, ven muy factible que a corto o medio plazo pueda hacerse realidad. A su juicio, la Costa da Morte parte con ventaja en algunos aspectos: el espacio natural está muy protegido (en esta zona se cumplen todas las restricciones medioambientales, según el vicepresidente de la Deputación, y eso es algo muy valorado por la ONG que expide las certificaciones) y es una zona muy difícilmente masificable, dada su amplitud. Otras candidaturas se han construido en torno a áreas muy concretas, o incluso a una sola playa. La Costa da Morte es toda una región, y con multitud de playas aptas para este deporte.

Un proceso de varios años

Conseguir que esta comarca se convierta en Reserva Mundial del Surf pasará antes porque lo sea a nivel local, una certificación que, según Regueira, todavía no existe. Sería cuestión de solicitarla, pero no supondría mayores niveles de protección ambiental. Ser Reserva Local «fortalecería» una candidatura a nivel internacional que podría tardar años en llegar. Entre tanto, y tal como reflexionaban ayer desde Good Life Consultores, serviría de «pretexto» para generar un entramado de relaciones económicas y sociales que convertirían al surf en un pilar fundamental para la Costa da Morte. Un sector esencial desde el que forjar alianzas.