Mago de Oz: «En Carnés tocaremos clásicos como 'La Costa del silencio', que escribimos cuando el Prestige»

Fran Rodríguez / M. L.

CARBALLO

MARCOS CREO

La histórica formación tocará hoy en Carnés canciones de su nuevo álbum, pero también esos temas que tanto sonaron en su día. De ello habló Txus di Fellatio en RadioVoz Bergantiños

09 jul 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Txus di Fellatio, líder del histórico grupo Mago de Oz, solo pide dos cosas a los asistentes al concierto de hoy en Carnés: «Que vengan con una cerveza en la mano y una sonrisa en la cara». Tocarán temas de su último disco, pero también clásicos como Fiesta Pagana «o La Costa del Silencio, que escribimos cuando el Prestige llenó de porquería la costa gallega», dijo el músico en Radio Voz Bergantiños. Hoy, a las 00.30 horas, cita obligada en Carnés (Vimianzo).

-Raro es el año en el que Mago de Oz no se deje ver por Galicia.

-¡Vamos todos los años! De hecho, mucha gente piensa que somos un grupo gallego. Tocar en Galicia es obligado.

-Mago de Oz nace a finales de los ochenta, pero mantienen todavía su esencia.

-En 31 años claro que tiene que haber cambios, pero lo importante es no cambiar de estilo y que la marca siga funcionando.

-Y siguen a gira por año.

-Este verano haremos 40 conciertos en España, después haremos 20 en Estados Unidos, el año que viene estaremos por toda Latinoamérica y por Europa... Nos merecemos un par de años de descanso.

-A ver si va a haber espantada en el grupo con semejante ritmo.

-¡No creo! Tenemos una profesión mágica. Componer una canción y ver que a los 4 meses hay 14.000 personas cantando esos versos, y en sitios tan dispares como Francia, Moscú o México... Es magia. No tenemos derecho a quejarnos.

-Dejó el fútbol por la música. Habrá quien le compare con el mismísimo Julio Iglesias.

-Yo soy mucho mejor portero que él [ríe]. No soy madridista, pero a los 11 años me ficharon y no podía decir que no.

-¿Se arrepiente de dejarlo?

-No, no era feliz y no me gustaba esa vida. Del mismo modo que cuando deje la música tampoco me arrepentiré: hay que saber cerrar etapas.