Un empresario indignado por prohibirle un quiosco en el muelle

La Voz

CARBALLO

27 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El empresario Carlos Piñeiro, que había pedido un permiso de ocupación de espacio portuario para instalar un quiosco de helados y refrescos junto a la lonja, ha recibido una denegación por parte de Portos de Galicia, que le tiene indignado por los términos en que se produce. Lleva con esto casi un año y no entiende cómo le pueden vetar su instalación, cuando se mostró dispuesto a adoptar todos cuantos requerimientos estéticos considere Portos y, sin embargo, sí se permiten otro sinfín de actividades con la misma ocupación sin respetar para nada esa supuesta armonía de imagen que hay que mantener con el edifico de la lonja. «En fin, unha tomadura de pelo que me custou bos cartos, proxectos, viaxes... De todas formas irei ao Contencioso», asegura Piñeiro, que considera una broma pesada que Portos diga que se gastó tres millones de euros en la lonja, como si ese dinero no saliese del bolsillo de los contribuyentes. Es más, está convencido que desde Fisterra hay intereses contrarios a que determinadas personas como él realicen actividades relacionadas, mientras se promueven otras con valoración pésima de los clientes.