Meirama emitió el año pasado más de 2,2 millones de toneladas de CO2

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCIA

ECONOMÍA | En lo que va de 2019 no ha producido ninguna energía eléctrica, preludio de su fin

15 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La central térmica de Meirama, en Cerceda, emitió el año pasado a la atmósfera 2.241.920 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Una cifra elevada, en consonancia con su elevado poder energético, y más o menos similar a ejercicios anteriores. En el 2017 fueron 2.382.717 toneladas, y en el 2016, 2,2 millones. Siempre se solía mover en esos parámetros, con independencia de algún año de parada o de circunstancias excepcionales, que las ha habido.

Los nuevos datos, de carácter anual, los acaba de hacer públicos, esta semana, el Ministerio de Medio Ambiente. En concreto, la Oficina Española de Cambio Climático, que depende de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente. Siempre se puede saber cuánto contamina cada instalación que está sujeta a una ley de hace 14 años y que regula los derechos de emisión de gases con efecto invernadero. Siempre de las grandes: en estos datos no aparecerán las emisiones de los vehículos o empresas pequeñas, pero sí se puede saber el efecto que producen los aviones, aunque no exactamente por encima de la comarca.

Las compañías más relevantes, y que cumplen una serie de parámetros, tienen unas cantidades asignadas, para cada año y para un período de tiempo (ajustando incluso unos y otros para que el resultado final sea el correcto), y fuera de ellos deben abonar una cantidad por cada tonelada de la que se excedan, o comerciar con ellas. Es algo ya muy habitual. De todos modos, los datos son indicativos también para ver cuánto se produce, y cómo. Meirama, por ejemplo, tuvo en el 2015 una elevada producción y liberó a la atmósfera algo más de tres millones de toneladas de dióxido de carbono. En el 2014 estuvo más o menos como en el 2018.

Llama la atención que los derechos que le asigna el Gobierno para el 2018 son cero, nada, pero eso tiene una explicación: desde el 1 de enero del 2013, a la generación eléctrica ya no se le asignan derechos de emisión gratuitos, y por ello este tipo de compañías deben acudir al mercado-subasta para adquirirlos por el volumen de emisiones que realicen.

Hasta hora, todo esto era mera rutina, algo casi mecánico en la feria de las emisiones, pero justo ahora Meirama está en su fase final. Le queda un año de vida, o menos, y además justamente el precio de los derechos de emisión está en un nivel muy elevado, a 25 euros la tonelada, un 66 % más que hace un año, que estaba en los 15 euros.

A mayores, el mineral ha crecido mucho. Desde que cerró la mina de As Encrobas, el carbón llegaba de fuera a través del puerto de A Coruña, pero en las circunstancias actuales ya nada compensa, así que, como señalaba un artículo publicado en las páginas de Economía de La Voz esta misma semana, Meirama está ensayando su ocaso, impensable hace menos de un lustro. Los humos de su chimenea, y también los más suaves de su torre de refrigeración, están llamados a desaparecer del paisaje. Todas las demás emisiones de la zona son mucho menores, pero forman el conjunto de cuanto se emite a la atmósfera en la comarca.

Deslinde |  Más de 6 kilómetros de zona de Augas

Augas de Galicia lleva ya un tiempo con el proceso de deslindar la parte del lago de As Encrobas que formará parte del dominio público hidráulico, del de la propiedad de Lignitos de Meirama (Fenosa), algún particular y el Concello de Cerceda. Esta semana se publicó en el Boletín Oficial da Provincia el resultado: son más de 6.200 metros de nuevos límites.