Comienza un nuevo mandato. El BNG lo inicia con las bombonas de oxígeno a tope. Recibió de nuevo el respaldo con mayoría absoluta, ahora reforzada. Tiene la confianza del pueblo para hacer grandes cosas en un Carballo que se juega su futuro y la ampliación del polígono y la circunvalación son vitales. Son aspiraciones estratégicas para el empresariado de la capital bergantiñana. Ya se sabe que son competencia supramunicipal, pero el ejecutivo carballés que salga de la toma de posesión del próximo sábado tiene el apoyo ciudadano suficiente como para dar un golpe en la mesa y dejar patente que Carballo tiene músculo y que exige jugar su papel en el futuro económico, social y político de Galicia. Y sobre todo no permitir que los tráileres sigan pasando por la zona escolar. Ningún carballés querrá que nadie juegue con su mañana ni con la seguridad de sus hijos. La paciencia ha de tener un límite. Como las comunicaciones con la capital de Galicia, otra deuda más pendiente con la locomotora comarcal. Llegó el momento de jugársela. Y todo ello sin olvidar que hay que ir pensando en un nuevo auditorio, la ampliación de las instalaciones deportivas, las ferias, traídas y demás propuestas del grupo ganador. Esa mayoría tiene que rentar.