El aula de música del instituto de Baio es Pazos de Merexo

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cedida

El Maximino Romero centra sus esfuerzos en la herencia cultural de los mayores y la proyección del rural

16 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Emoción es quizá la palabra que mejor resume lo vivido en la Semana Cultural que ayer se clausuró en el instituto Maximino Romero de Baio. Quizá el momento álgido de ese sentimiento se alcanzó ayer con el homenaje a Pazos de Merexo, en el que participó su propio nieto, precisamente estudiante del centro. Desde ayer, el aula de música del centro educativo lleva el nombre del propio maestro acordeonista recientemente fallecido.

Pero el sentimiento de agradecimiento a los mayores y a sus conocimientos se extendió a otras artes y oficios. Bajo el título de A nosa herdanza pasaron por las aulas del instituto rederas y tejedoras, que mostraron sus conocimientos ancestrales. Esta sabiduría se mezcló con las nuevas tecnologías, con talleres y demostraciones de robótica, pero también con visitas al pasado, al dolmen de Dombate y al castro de As Barreiras.

En ese vaivén en el tiempo, hubo momentos para hablar de conceptos cada vez más necesarios como el periodismo crítico, el cine rural o la huerta ecológica.

Personajes

Por el centro pasaron desde el actor Vicente Mohedano, hasta el grupo Zënzar, pasando por el ilustrador Leandro Lamas, el científico Xurxo Mariño o la poetisa Dores Tembrás, que dirigió un taller de versos.

También hubo tecnología. El mundo del automóvil estuvo presente con la intervención del corredor Amador Vidal, pero, quizá para compensar, hubo una charla sobre educación vial.