La necesidad de una variante figura en el planeamiento carballés desde 1994

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCIA

La circunvalación llegó a tener presupuesto asignado en los presupuestos de la Xunta del 2010

08 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Decenas de grandes camiones pasan todos los días por la mayor zona escolar y deportiva de Carballo, en la que se concentran más de 1.500 estudiantes. A medida que ha crecido la ocupación del polígono, que ahora es del 50 %, se ha incrementado el tráfico pesado de norte a sur y viceversa. Eso supone mayor riesgo para la población más vulnerable, niños y personas mayores, y más dificultades para los empresarios.

Aunque ahora la circunvalación, que sería la solución a un problema cada día más grave, se ha convertido en un arma arrojadiza electoral, lo cierto es que la necesidad de una variante ya fue detectada en 1994, cuando se incluyó en las normas subsidiarias. En el 2003 recuperó la idea el edil Manuel Andrade y fue su entonces compañero de corporación José Antonio Viña el que dio forma a la aspiración. Fue la vez que más cerca se estuvo de conseguir una infraestructura vital para Carballo porque un año más tarde toda la corporación la pedía y en el 2009 se incluyó en el Plan Move y se dotó de un presupuesto inicial.

La circunvalación fue tema en la única entrevista institucional entre el alcalde, Evencio Ferrero, y el presidente de la Xunta e incluso del último acto del conselleiro de Economía en el polígono. Ahora el PP promete una fase, el BNG exige un compromiso en firme y el PSOE recuerda que ambos grupos la negaron al principio del actual mandato.

Una moción del julio del 2015

En la vida política municipal, la circunvalación de rodearía Carballo en sentido norte-sur, y viceversa, ha tenido un larguísimo recorrido, pero ha provocado muy poca controversia, lo contrario a lo que ocurre ahora.

En marzo del 2004 el pleno carballés aprobó por unanimidad que la ampliación del polígono de Bértoa y la variante eran los grandes proyectos pendientes. Con el apoyo de todos los grupos políticos, el gobierno local presentó a la Xunta tres alternativas para que eligiera la más adecuada y después elaborara el proyecto de ejecución, que estableció el coste, en torno a los 11 millones.

Dado que la infraestructura no llegó a realizarse entonces, el PSOE presentó una moción al pleno el 27 de julio del 2015. Con esta iniciativa se estrenaba María Carmen Vila como portavoz . Los socialistas proponían al pleno «o compromiso municipal para que a Xunta se vexa na obriga de poñer en marcha esta iniciativa que xa conta con proxecto de obras desde hai tempo».

La idea del grupo municipal del PSOE hacer más viable la circunvalación. Por ese motivo propuso que el vial se dividiera en dos fases y que el Concello de Carballo aportara el 20 % del coste, que en ese momento sería de poco más de tres millones de euros, aunque el coste fue variando de los 11 a los casi 15 millones.

Si el Gobierno autonómico hubiera atendido o no a la petición en esas circunstancias nunca se ha podido saber, porque BNG y PP se opusieron. De hacerlo, hoy habría una circunvalación, pero el asunto nunca salió el ámbito municipal.

El alcalde aseguró entonces que la obra debía ser financiada por la Xunta y en el acta no aparece la motivación popular.

«En función das disponibilidades orzamentarias»

Aquella unanimidad alcanzada hace 15 años en el pleno de Carballo se mantiene a día de hoy. Todos los partidos que concurren a las municipales en Carballo tienen en los primeros puestos de su programa electoral la circunvalación, aunque en esta ocasión se haya convertido en un arma arrojadiza.

El líder local del PP, Aurelio Núñez, se comprometió en la presentación de la lista, el pasado 3 de mayo, a ejecutar la primera fase de la circunvalación y el BNG se apresuró a exigirle que mantenga su palabra una vez hayan terminado los comicios. El PP, por su parte, respondió el lunes con otra nota en la que reitera que se construirá la variante y el enlace de la autovía de la Costa da Morte con la carretera de Santiago. Aurelio Núñez justifica la promesa porque «a situación económica cambiou e cremos que é o momento».

Infraestruturas debe haber revisado sus cuentas desde noviembre del pasado año. La diputada socialista Loli Toja, presentó entonces una iniciativa para que la Xunta incluyera en los presupuestos de este ejercicio. En su respuesta, el departamento de Ethel Vázquez enumera las últimas inversiones realizadas en la zona, incluso «nos momentos económicos máis complicados da historia recente da autonomía», y reconoce que tiene la voluntad de «abordar a execución da variante de Carballo, tendo en conta que os recursos públicos son limitados e que non é posible atender a un tempo todas as demandas existentes, polo que a súa concreta programación farase en función das dispoñibilidades orzamentarias». Por lo que parece, sí habrá dinero para la obra en el 2020.