El juicio de la Orquesta concluye sin que acabe de declarar el primer testigo

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

MARCOS MÍGUEZ

El caso quedó visto para una sentencia de la que solo se espera la absolución de todos

03 may 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El juicio de la operación Orquesta quedó ayer visto para sentencia en la Audiencia Provincial de A Coruña sin que siquiera acabase de declarar el primero de los testigos de la treintena larga propuestos por las partes.

En cuando la fiscal empezó a preguntarle al funcionario del Concello de Cee citado en primer lugar, las defensas del alcalde Ramón Vigo y de los Ogando, los empresarios situados en el centro de la presunta trama, saltaron. La presidenta de la sala María del Carmen Taboada determinó que el ministerio público se estaba refiriendo aún a cuestiones genéricas y dejó continuar. Sin embargo, enseguida el interrogatorio se centró en un expediente de subvención del año 2009 y la manera en la que se pretendían justificar las facturas. Ahí fue Felipe Mayán, el abogado de Juan Bautista Areas, el que alzó la voz. Aunque a su cliente esa parte no le afectaba en absoluto, puso en evidencia que a esos detalles se llegó a través de las escuchas telefónicas, que ya fueron declaradas ilegales, y por lo tanto de seguir por esa vía se estaría vulnerando una resolución judicial.

Taboada decretó un receso de 10 minutos y, a la vuelta, indicó que los testigos se fueran a su casa porque no iba a haber más preguntas.

«O tienes prueba o no la tienes»

Llegó entonces el turno de los informes y las conclusiones de las partes, aunque por el camino el ministerio público introdujo una modificación en su escrito de acusación, que pasó de 21 páginas a 24. Como no había llevado copias para las defensas, se produjo otro receso, al punto que alguno de los presentes ya empezó a bromear con que había más recreos que en el colegio. En cualquier caso, algunos de los abogados defensores también censuraron que en esa modificación lo que se intenta es hacer valer documentos invalidados porque proceden de las escuchas, con el argumento de que fueron publicados en el BOP. «Todo muy deslavazado y muy surrealista», aseguraba ayer por la tarde una de las letradas.

Evidentemente, si, en términos muy resumidos, se puede decir que un proceso penal las pruebas son aquellas que se sustancia en el momento del juicio oral, ayer en la Audiencia Provincial no se probó absolutamente nada. «Es que esto es muy sencillo, o tienes prueba o no la tienes», incidían desde otra de las defensas.

El asunto quedó, por tanto, visto para sentencia, después de que la fiscal en sus conclusiones se remitiese básicamente a lo dicho en lo escrito de acusación, porque poco más tenía para argumentar y los abogados defensores pidiesen la libre absolución de todos los implicados. Que será lo que, según todos los consultados, lo que, con altísimas probabilidades, refleje la sentencia que se podría conocer en cuestión de días.

Juan Bautista Areas

Ya que todo giraba en torno a las ya comentadas escuchas, lo único un poco al margen que había que dilucidar era la supuesta confesión del concejal de Cee Juan Bautista Areas, que argumentaba la Fiscalía en base a lo por él declarado en el momento de las detenciones, allá por el 2011. Sin embargo, su abogado, Felipe Mayán, negó la mayor en todo momento. «Aquí se está hablando con toda ligereza de una confesión que no existe por ninguna parte», afirmó Mayán, quien quiso dejar claro que su cliente únicamente reconoció haber recibido un préstamo de los Ogando y en ningún caso admitió hecho delictivo alguno. Y por si fuese poco, incidió en que, de existir, esa supuesta confesión para ser válida debería haberse producido ayer mismo, en el momento del juicio oral, y no fue así.

La manera en la que se desarrolló el juicio, en el que la Fiscalía continuó con la más que errática línea seguida durante la instrucción, solo tiene una explicación al entender de los defensores consultados. Todo se trata simplemente de una estrategia procesal por parte del ministerio público para, en su momento, poder recurrir la sentencia e intentar que sí se admitan las escuchas. Solo eso explica que mantuviese la acusación después de adelantar que la iba a retirar si se anulaban los pinchazos., y que ayer se produjese un nuevo acto de este gran esperpento.