«Es importante la línea de retorno de descendientes de los emigrantes»

Cristina Viu Gomila
Cristina Viu CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

MARCOS MÍGUEZ

El ex director general de Educación, José Luis Mira, natural de Nantón, ha estado seis años fuera de España, pero en Navidad volvió a Galicia. Asegura que, en Formación Profesional, «lo mejor está por venir»

21 abr 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

José Luis Mira (Nantón, 1954) fue hasta el 31 de octubre del pasado año consejero de Empleo y Seguridad Social en la embajada de España en Argentina, adonde llegó en mayo del 2017 procedente de la delegación de Bruselas. Allí, en el corazón de Europa, llevaba Educación y Cultura. Asimismo, es responsable del cambio de legislación sobre FP.

-¿Cómo es la situación de los emigrantes en Argentina?

-No es buena y está empeorando de manera significativa tanto la política como la economía. Hay una inflación muy grande, los precios están muy altos y resulta difícil vivir para muchas familias. Por eso, muchas personas quieren salir del país con destino a España y, sobre todo, a Galicia.

-Debe ser complejo ver que hay que volver a emigrar.

-Tiene que serlo. Muchos de los que llegaron con 15 o 17 años a Argentina te hablan de manera serena y tranquila de los motivos que los llevaron a dejar Galicia. Te cuentan lo bien que los recibieron, sobre todo porque los españoles y los gallegos tienen una gran capacidad de trabajo. La mayoría llegaron a estar en una situación muy cómoda, con buenos negocios, pero eso ha cambiado y personas que tenían grandes patrimonios los han visto menguar o incluso desaparecer. Ahora son los hijos o los nietos los que vienen a pedir información para ver que posibilidades tienen en España. Pero también hay mucha gente en Argentina que ha sabido administrarse, vive bien y viaja constantemente a su parroquia. Los que están sufriendo reciben ayudas de las instituciones españolas y gallegas y están muy agradecidos.

-Y ahora vienen elecciones.

-Están muy implicados con la política española, la viven con mucha intensidad, y están dolidos porque se les prometió el voto rodado y no se ha hecho. En Argentina las distancias son muy grandes y para llegar a un consulado hay que recorrer muchísimos kilómetros. El correo tampoco es muy diligente.

-¿Pero se consideran españoles o argentinos?

-Cuando uno asiste a las actividades que organizan las colectividades españolas se da cuenta de la importancia que tienen las tradiciones, desde la danza a la cocina, son conocimientos que se van transmitiendo y están muy vivos, pero, sin embargo, están muy integrados, son argentinos y están muy agradecidos a la nación, pero los partidos no les generan confianza, son muy críticos con ellos porque la política ha empeorado su calidad de vida.

-¿Acuden mucho a la embajada?

-La cantidad de jóvenes que acuden para marcharse es cada vez más grande. Pertenecen a una sociedad bien formada que puede contribuir a resolver el problema demográfico que tenemos en Galicia. Esa línea de retorno de descendientes de emigrantes es muy importante para ambas partes. Se incorporan con la misma lengua, con una cultura parecida y con arraigo,

-Debió ser un gran cambio viniendo de Bruselas.

-Hay diferencias y analogías al trabajar con la colectividad española en el corazón de Europa. Es un número menor de personas y la mayor preocupación es la educación en valores españoles y en el mantenimiento de la lengua, porque estamos hablando de segundas o terceras generaciones y en sus casas el idioma ya no es el español. Intentamos colaborar con universidades que en esa parte son muy importantes y de una gran tradición. La labor se repartía entre el ámbito de la educación y también en el económico, en la movilidad de empresas. Hay muchas y, desde hace años, sobre todo en los puertos como Amberes o Róterdam.

MARCOS MÍGUEZ

«En Formación Profesional, lo mejor está por venir»

José Luis Mira es inspector de Educación, un puesto al que ha vuelto tras dejar la embajada argentina, con motivo del cambio de Gobierno. Del 2000 al 2004 fue director general de Educación, Formación Profesional e Innovación Educativa y luego, hasta el 2012 ocupó el mismo cargo en la Xunta.

-Ha cambiado mucho la FP.

-Sí y me considero muy afortunado de haber tomado parte en ello. Cuando comenzamos a trabajar la FP era una gran desconocida y lo que ocurría aquí era lo contrario de lo que pasaba en nuestro entorno. El 60 o el 70 % de los que acababan la enseñanza básica iban al bachillerato y a la Formación Profesional solo iba el 30 % y no los mejores. No era lo que pasaba en Suiza, por ejemplo, donde valía para proseguir con enseñanzas universitarias. El Ministerio, con Pilar del Castillo al frente, vio la oportunidad de cambiar las cosas y elaboró la Ley de las Cualificaciones y la Formación Profesional, que creó centros específicos, con profesores muy bien formados y ahora hay gente, y no poca, que accede a los ciclos después de una carrera universitaria. Para mi es un honor haber participado y una suerte haber tenido apoyo para tramitarla en su momento. Nace en el 2002 y sigue vigente, cuando los cambios de Gobierno suelen amortizar las leyes. De todos modos, creo que lo mejor está por venir. Se han puesto los cimientos y ahora es un valor para la empleabilidad. Hay que ir ahora por la formación en las empresas y también completar con el conocimiento de las lenguas, como el inglés o el alemán.

-¿La universidad se aleja del mercado laboral?

-Cuando yo estudiaba había muy pocas universidades y ahora hay mucha oferta, pero no ha ido acompañada de mejoras en infraestructura didáctica con relación a la sociedad y al mundo del empleo. Están demasiado encerradas entre sus paredes, sobre todo en el ámbito científico-técnico. Habría que ver un sistema de colaboración con las empresas como ocurre en Holanda. Que después de hacer una carrera tengas que hacer un ciclo formativo para encontrar empleo antes no es fácil de entender.

-¿Qué se puede hacer?

-La universidad necesita una transformación importante, debe abrirse. Hay muy buenos profesores y alumnos que se van a hacer sus máster a otros países y eso no debería ocurrir. El cambio tiene que ser completo.