O Ézaro tendrá al fin la pasarela sobre el agua anunciada hace cinco años

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Costará 650.000 euros, financiados por el GALP, el plan eólico, la Diputación y el Concello. Las obras ya están a punto

19 mar 2019 . Actualizado a las 18:35 h.

O Ézaro tendrá, al fin, su pasarela aérea sobre el agua que facilitará la accesibilidad hasta la cascada. Si este enclave ya es uno de los que más visitas reciben de la Costa da Morte (y de Galicia), y una de sus señas de identidad, esta solución técnica, también de diseño, dará aún más relieve al lugar. Y en breve. Porque fue anunciada hace ya cinco años, con diseño incluido, pero diversas vicisitudes lo fueron demorando. Algunas, muy prosaicas, como la necesaria financiación, que no es poca.

Finalmente, quedó cerrada: 187.000 euros de los fondos canalizados a través del GALP; 148.000, de los ingresos que recibe Dumbría por el plan eólico (la compensación ambiental por los aerogeneradores); 239.000 euros, de la Diputación, y el resto, hasta completar los aproximadamente 650.000 del coste total, saldrán de las arcas municipales. Otra de las vicisitudes fue ir salvando todos los permisos, que tampoco son pocos, y a todo ello hubo que añadir que, hace un año, cuando estaba todo listo para arrancar, hubo que rescindir el contrato por problemas de la adjudicataria.

Ahora mismo, salvo catástrofe, no hay vuelta atrás. La compañía Ogando se encargará de la construcción y lleva ya días preparándolo todo para empezar cuanto antes. Por eso se ha decidido anular la iluminación nocturna en Semana Santa, para evitar aglomeraciones en una zona que estará en obras y con maquinaria. El acceso normal no se modifica, aunque el escenario visual del acceso será diferente unos meses. ¿Cuántos? Si todo sale bien, en octubre debería estar terminada, pero ya se verá.

Accesibilidad

Diseño al margen, el gran cambio de esta pasarela será la mejora de la accesibilidad, con superficie plana desde la zona de los quioscos hasta el enlace con el tramo final de la pasarela de madera existente. Ya no habrá que pasar, como se ha hecho siempre, por los dominios de Ferroatlántica, y muchos menos bajar y subir las estrechas escaleras que son un impedimento para las personas de movilidad reducida. Ahora se caminará en el mismo sentido, de forma paralela, pero sobre el mar o la ribera, dependiendo del nivel del agua. Sobre un pasillo suspendido (aunque con pilotes) y sujetado a una estructura pegada a las construcciones, en dos tramos diferenciados. En total, ocupará una superficie de más de 800 metros cuadrados.

Vidal Romaní pidió un estudio sobre la estabilidad rocosa

El proyecto de la pasarela fue diseñado por Antonio García Serrano, autor de otras pasarelas en A Coruña o Arteixo. Lo concibió como un estructura «en espina de pez, con una piel de madera por cuyos poros fluye el aire». Estructura metálica y suelo de madera, con espacios suficientes para ver el agua, con anclajes sobre los canales de evacuación de la central. Una manera de caminar sobre el mar, o eso se pretende, en dos tramos diferenciados, el primero de apenas 20 metros, y el segundo mucho mayor.

Ya hace unos dos años, el geólogo Juan Ramón Vidal Romaní, catedrático de la Universidade da Coruña y director del Instituto Xeolóxico de Laxe Isidro Parga Pondal, advirtió de los riesgos de derrumbes de grandes bloques de rocas en la zona de la cascada, sobre todo con momentos de temporales y grandes crecidas. Por eso propuso que, en este proyecto, se realizase un estudio geotécnico de estabilidad de la ladera rocosa». Con esto se podrían eliminar, en su opinión, los posibles riesgos que esta iniciativa puede llevar aparejada. El alcalde, José Manuel Pequeño, señaló ayer que en ese caso no es necesario, ya que la nueva pasarela está protegida por las estructuras de Ferroatlántica.

JORGE PARRI

El alcalde cree que habrá que estudiar en el futuro si se cobra por el acceso

El alcalde, José Manuel Pequeño, sacó ayer uno de esos temas que habitualmente se debaten sin llegar a nada: cobrar por el acceso a lugares de interés, como se hace en tantos países (y en el resto de España). No para este año, ni seguramente para el que viene, pero considera que algo hay que hacer. Esta pasarela es muy cara, requerirá mantenimiento, y en la zona hay otros servicios, como los baños y zona recreativa, que cuentan sus usuarios por decenas de miles. «É necesario recuperar moitos dos investimentos para que sexan sostibles. Iso tamén serve para darlle máis valor, e asegurar que se conserven en bo estado», señaló. Pero primero hay que «definir ben o produto» que se ofrece, para después cobrar por él.

En esa misma zona cree que existe un potencial enorme. Le gustaría que la Xunta autorizase una ruta por los viejos canales de la central, y está buscando financiación para instalar una pérgola acristalada en la plaza central, junto al embarcadero. Será la siguiente fase.