Sogama destina 11,5 millones a la nueva planta depuradora de Areosa, en Cerceda

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

El objetivo es alcanzar el vertido técnico cero el próximo año

08 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El Consello da Xunta dio luz verde ayer a Sogama para contratar por 11.439.722,09 euros (IVA incluido) la construcción, el montaje y mantenimiento de una nueva planta de depuración de lixiviados en el vertedero de residuos no peligrosos de Areosa, Cerceda.

La decisión de acometer esta infraestructura obedece «a un cambio de estratexia na operativa de Sogama, derivada das mellores circunstancias en que o vertedoiro desenvolve o seu labor», según apuntaron en la Xunta.

La ampliación del complejo industrial, que verá incrementada su capacidad de las 550.000 toneladas anuales a 1.000.000 «fará posible que todos os residuos urbanos producidos en Galicia poidan recibir un tratamento óptimo e que diminúa de forma considerable a cantidade de lixo que vai ao vertedoiro». Es decir, que el 2020 se alcance el denominado vertido cero, 15 años antes de lo que fija Bruselas para este tipo de actividades.

El sistema actual de depuración se caracteriza por disponer de plantas móviles que se desplazan al lugar para dar cobertura a las necesidades en los diferentes puntos. Ahora, y aprovechando la finalización del contrato, en Sogama consideran que la mejor opción es la instalación de una EDAR fija que responda «a os requirimentos dun volumen de lixo estable que progresivamente irá a menos», argumentaron en la Xunta.

La nueva planta estará dotada con cuatro líneas de tratamiento, con capacidad para depurar 225 metros cúbicos de lixiviados al día, cada una, «sendo o seu rendemento mínimo de depuración do 67 %».

De forma paralela, al tratarse de una instalación fija que, finalmente, pasará a ser propiedad de Sogama, una vez se haya abonado la amortización al adjudicatario supondrá «un aforro de custes a longo prazo». De continuar con la actual dinámica, en Sogama prevén que en cuatro anos se pueda asumir el pago de las máquinas de depuración nuevas.