Nueve partidos de suspensión para cuatro jugadores del Porteño

M. R. CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Jorge Parri

Otros del Castrelo y del Camelle tampoco se han librado del castigo impuesto por el Comité de Disciplina y Competición

16 feb 2019 . Actualizado a las 19:25 h.

La vigésima jornada en el grupo A Costa de Tercera Autonómica ha sido movida. Y el Comité de Competición y Disciplina no se ha cortado un pelo con las sanciones. En el partido que enfrentó al Porteño contra el Outes en A Grisa (4-3) hubo cuatro expulsados de forma directa. Uno de ellos fue Jose M. Caamaño, en el minuto 58, al que desde la Real Federación Galega de Fútbol han acordado imponerle un partido de suspensión por «insultar, ofender, amenazar o provocar a otro» y, un segundo, por «conductas contrarias al buen orden deportivo, calificadas como leves, por realizar pérdidas de tiempo tras ser expulsado». También en el minuto 58 vio el cartón rojo Roi Carril, que es el jugador que se enfrenta a una sanción mayor: cuatro partidos de suspensión por «agredir a otro, sin causar lesión, estando el juego detenido o a distancia tal que resulte imposible intervenir en un lance de aquél» y, uno más, debido a «realizar pérdidas de tiempo tras haber sido expulsado».

Un minuto más tarde, en el 59, el colegiado echó fuera del terreno de juego a Manuel Canosa. Para él, el Comité ha decretado un partido de suspensión por el mismo motivo que los tres anteriores, el de «realizar pérdidas de tiempo tras haber sido expulsado» y, uno a mayores, por «producirse de manera violenta, con ocasión del juego o como consecuencia directa de algún lance del mismo, sin consecuencias dañosas o lesivas». El último en ver la cartulina de color encarnado fue el míster, Sergio Varela, que cumplirá un partido de suspensión por «protestar reiterada y/o ostensiblemente al árbitro».

Por este mismo motivo, fue expulsado de forma directa el técnico del Castrelo, Jose Antelo, que también cumplirá un partido de suspensión. El jugador del Camelle, Jose M. Méndez, vio el cartón rojo por «dirigirse a los árbitros con actitudes de desconsideración, o dirigir amenazas a estos».