«Laxe es, sin duda, mi lugar en el mundo. Mi plan es hacerme viejito allí»

Verónica Couto / Marta López CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

La escena del Naufraxio centra el corto «Valentina», de Pablo Uriarte, que ha sido reconocido internacionalmente

12 feb 2019 . Actualizado a las 21:23 h.

Apenas cinco minutos bastaron a Pablo Uriarte Bravo para retratar la esencia marinera de Laxe, una localidad con la que guarda estrechos lazos familiares y emocionales. Con Valentina, este editor, director y surfista ha logrado colarse en algunos de los festivales audiovisuales de mayor calado. Su último logro: dar el salto internacional, tras ser seleccionado el trabajo entre más de 400 cortos para el festival inglés Lift-Off Global Network, teniendo también su momento de gloria en el Festival Corto Corrente-Città di Fiumicino.

Uriarte, nacido en Madrid, es socio de 7H cooperativa cultural, una entidad santiaguesa con la que, junto con otras dos compañeras, llevan a cabo diferentes acciones de promoción de la cultura gallega. Tiene un proyecto propio (Morelo Postfilms), que inició en 2015 en relación, precisamente, al mar de la Costa da Morte. De todo esto habló en Radio Voz Bergantiños.

-¿Cuál es su relación con Laxe?

-Toda mi familia por parte de madre es de Laxe, y de hecho he vivido allí durante un año también. Soy más gallego que otra cosa.

-¿Cómo surge la idea de filmar este cortometraje?

-Todo comenzó cuando mi prima dio a luz a su hija Valentina y me pidió que fuese su padrino. Siempre quise grabar algo en Laxe, algo relacionado con la vida marinera. Así que, como regalo a Valentina, y para que cuando crezca ella pueda verse cuando tenía un añito, empezamos a preparar un guion junto a su madre, Rocío. Fuimos valorando qué podíamos grabar y pensamos en entremezclar la historia con el Naufraxio, inspirándonos también en la estatua que hay junto al faro, que se llama A Espera. Pensamos en que Valentina y Rocío fuesen todos los días hasta el faro, a contemplar el horizonte buscando ese barco que no vuelve. Y, mientras tanto, narrar esa historia del Naufraxio, de la Virgen salvando a los marineros. Esos son los dos puntos de vista que utilizamos.

-Un bonito regalo para su ahijada, pero también un sentido homenaje a una localidad que bebe y vive de su mar.

-Exacto. Desde pequeño he visto cómo esas gentes se levantan a las 3 de la mañana y se van para la mar, para unas aguas que, como todos sabemos, no son muy tranquilas. Yo creo que también es una forma de homenajearlos a ellos, y también a la propia celebración, a la que se suma mucha gente de fuera del pueblo. El día que fui yo a grabar las imágenes, por ejemplo, había un señor vasco que me contó que en su pueblo se hacía una fiesta muy parecida, y que se había trasladado a Laxe para ver de qué iba esta.

-¿Cuándo se presentó por primera vez «Valentina»?

-Pues en los Premios Fouciño, de Baio. A partir de ahí, y como tenía algo de dinero ahorrado, lo invertí en distribución con Jóvenes Realizadores. Desde entonces han ido seleccionando el corto para estar en diferentes festivales a nivel autonómico, y también estuvimos en Italia y, hace poco, en Inglaterra. A ver si conseguimos que se vaya viendo por el país y que la gente conozca un poquito más la historia de Laxe y de sus marineros.

-¿Contento con la acogida?

-Mucho, la verdad, aunque nuestro propósito es seguir llevándolo a cuantos más sitios, mejor. Además, es un corto que no tiene diálogos: la madre y la niña se entienden perfectamente sin necesidad de ningún tipo de palabrería. Gracias a eso la pieza puede verse en cualquier parte del mundo, porque se entiende perfectamente.

-También es de destacar que parte de la música es local.

-Es que yo a Laxe voy siempre con la cámara y el micrófono, grabando cosas. En las fiestas, en momentos destacados o en algo que me parece destacado capturar... Un día me coincidió, hace ya como cinco años, un concurso de gaitas en la plaza Ramón Juega, así que decidí grabarlo todo con el micrófono y, haciendo el corto, se me ocurrió que sería buena idea introducir como punto final ese sonido tan gallego, y en este caso de la banda de gaitas.

-¿Volverá pronto por Laxe?

-Es que Laxe es mi lugar, y mi idea es hacerme viejito allí [ríe]. Ahora mismo estoy en Malta trabajando, pero en cuanto pueda vuelvo para Galicia, desde luego.