La mitad de las ambulancias del 061 fueron saboteadas durante la huelga

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Secuelas. Los sabotajes en las ambulancias adscritas al 061 fueron ya visibles el primer día de paro. Primero fueron pintadas, como la sufrida por este vehículo, cuya imagen se realizó en una gasolinera de Ponteceso. Los actos vandálicos fueron a más y a dos vehículos medicalizados, uno con base en Bértoa y otro en A Silva, les pincharon las ruedas, cuando estaban estacionados en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña
Secuelas. Los sabotajes en las ambulancias adscritas al 061 fueron ya visibles el primer día de paro. Primero fueron pintadas, como la sufrida por este vehículo, cuya imagen se realizó en una gasolinera de Ponteceso. Los actos vandálicos fueron a más y a dos vehículos medicalizados, uno con base en Bértoa y otro en A Silva, les pincharon las ruedas, cuando estaban estacionados en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña ANA GARCIA

Hubo numerosas quejas de usuarios por la carencia de medios desde el viernes

12 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

La primera fase de la huelga promovida por los sindicatos de ambulancias, y que se desarrolló desde el viernes hasta la medianoche de ayer, dejó sus secuelas en la Costa da Morte. La mitad de los vehículos medicalizados del 061 con base en la Costa da Morte han sido saboteados. En concreto, las dos ambulancias ubicadas en Bértoa (Carballo) y la existente en A Silva (Cerceda). Se salvaron hasta la fecha las existentes en Ponteceso, Vimianzo y Cee.

Estos actos vandálicos provocaron retrasos y cancelaciones de traslados sanitarios y, de hecho, durante el fin de semana no se pudieron tramitar 21 altas en el Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña por déficit de vehículos. Y eso, pese a que la Xunta determinó el cumplimiento obligatorio de unos servicios mínimos que garantizaban los traslados de pacientes. Hubo quien se enfrentó al personal de las ambulancias para mostrar su disconformidad por cómo se estaban desarrollando las movilizaciones. Algunos afectados entendían que los trabajadores deben reivindicar sus derechos, pero no a costa de perjudicar a los usuarios.

En lo que respecta a la base del 061 en Bértoa, los dos vehículos sufrieron pintadas ya el primer día de paro. El personal continuó con los traslados programados hasta que pincharon las ruedas de las dos ambulancias, a una de ellas, estacionada delante del Chuac. Lo mismo sucedió con el vehículo de A Silva.

Las centrales sindicales convocantes del paro (CIG, CC.?OO. y UGT) han anunciado nuevos paros para exigir un «convenio digno e un servizo público de calidade». Será del 18 al 24 de febrero, del 4 al 10 de marzo y huelga indefinida a partir del 20 de marzo.

Por su parte, la Fundación Pública Urxencias Sanitarias de Galicia-061 ha condenado estos sabotajes y hace un llamamiento «ao comportamento responsable e consecuente, ademais de esixir respecto aos bens e as persoas».