La ataxia de la Costa da Morte ya se trata en la comarca que le da nombre

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Una clínica de Baio ofrece fisioterapia especializada en esta y otras dolencias funcionales

29 dic 2018 . Actualizado a las 13:46 h.

Resumiendo mucho, una de las principales consecuencias de la ataxia SCA36, conocida como ataxia de la Costa da Morte, es que el afectado empieza a perder capacidades funcionales tan aprendidas a lo largo de la vida, que ya parecen automáticas, tales como caminar, mantener el equilibrio... La razón, como explica en términos también muy simples David Espasandín, fisioterapeuta desde hace 15 años, es que el cerebelo no realiza por sí mismo conexiones nuevas para reparar las dañadas. De ahí que, por el momento, no exista cura para la ataxia, como para otras muchas enfermedades funcionales. Tampoco tiene la solución la fisioterapia, pero sí ayuda a «reconectar as potencialidades que ten o paciente», luchar contra la desmotivación y «mellorar a su calidade de vida». Y en eso es en lo que está él.

Después de 5 años en Francia, trabajando en reeducación funcional hospitalaria, con lesionados medulares, afectados por accidentes cerebrovasculares, párkinson, politraumatismos... regresó hace seis años a Galicia y se ha establecido, de la mano de Berta Reymúndez, en la clínica Vertebra de Baio, que ahora ofrece este tipo de atención especializada, tanto en el centro como a domicilio. Para explicar lo que hace, Espasandín pone un ejemplo: «Teño un paciente de 70 anos co que o que non vou facer é poñelo a correr. Pero esta persoa na casa ten cociña de leña. Entón para el na súa vida diaria era unha función moi importante coller a cesta da leña para botarlla á cociña e iso é o que tratamos de conseguir», detalla el especialista, que echa mano de lo que se conoce como una terapia integrada, para alcanzar estos pequeños hitos, que son «cousas que se notan» en la vida de las personas afectadas.

De este modo, la ataxia SCA36, debida a una mutación genética en la que se han observados especificidades propias en la comarca y también en Japón, seguirá siendo el «mal sin cura de la Costa da Morte», como lo define el carballés Manuel Rey, en su libro del mismo título, pero al menos tiene alguien especializado que lo trate desde el campo de la fisioterapia en la propia Costa da Morte.

Después de formarse con el prestigioso Víctor Urquizo, director terapéutico de RehaClinic Kilchberg y RehaCenter Winterthur, Espasandín ya trabaja desde Baio con varios pacientes de ataxia, originada por párkinson, de tipo traumático y también de la variante genética SCA36, pero, por la centralidad de la clínica en la comarca y la especialización que oferta, le ha enviado una carta a los concellos de la zona y a otras entidades, para que estos servicios se puedan extender y popularizar entre los pacientes que lo necesiten.