La Unidad del Dolor del Chuac suma cada año un millar de casos

R. DOMÍNGUEZ A CORUÑA / LA VOZ

CARBALLO

ANGEL MANSO

El departamento extiende sus prácticas de alivio a todos los proyectos del hospital

10 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Según la encuesta sobre salud de Galicia, el 35 % de la población sufre algún dolor. El sufrimiento, indicador clave de la percepción personal e intransferible que cada uno tiene de su propio estado, explica en parte que el 7 % de los gallegos valoren su salud como mala o muy mala, el 18 % entre los mayores de 65 años.

En el área sanitaria de A Coruña, especial importancia adquiere el hecho de que hay más de 20.000 pacientes mayores de 85 años, colectivo en el que siete de cada diez personas sufren lo que se denomina dolor crónico. Este, sin embargo, no es exclusivo de los años: afecta también a población más joven y está detrás de hasta el 40 % de las incapacidades laborales.

Conscientes de la importancia de tratar de aliviar ese sufrimiento, el Chuac tiene una Unidad del Dolor, adscrita al servicio de Anestesia, que ha obtenido la certificación de buenas prácticas del Ministerio de Sanidad, un reconocimiento no solo a la labor de la propia unidad, sino también al trabajo de la comisión dedicada a extender esas acciones a todos los proyectos que desarrolla el hospital. De forma muy resumida, no solo se aumentaron las consultas específicas, sino que se mejoró la actuación frente al sufrimiento en toda la actividad hospitalaria, incluida la quirúrgica, y se desarrollaron programas de formación para todo el personal, además de la puesta en marcha de información específicamente dirigida al paciente con dolor.

Junto al reconocimiento ministerial de buenas prácticas, la Unidad del Dolor fue finalista este año en los premios Best in Class. «Estamos muy contentos porque llegamos por primera vez a la final por nuestros indicadores de calidad sobre más de cien aspectos», explica Aurora de la Iglesia, responsable de un equipo al que «llegan pacientes con alguna patología que les produce dolor y los médicos que los han visto no se lo han podido aliviar con los tratamientos habituales».

Difícil de medir

Neurocirugía, Traumatología, Reumatología, Cirugía General y Oncología son las especialidades que mayor número de enfermos remiten, más de mil nuevos cada año. Al margen, están todos los que acuden a revisiones.

En muchos de los casos, el grado de sufrimiento obliga a realizar técnicas específicas para aplacar un dolor que siempre es personal. «Es muy difícil de medir, nos basamos en lo que el paciente nos cuenta, en una serie de test de valoración, y en pruebas clínicas que la mayoría de nuestros pacientes ya tienen hechas (TAC, RMN...)», explica la doctora. La incapacidad funcional es otro de los factores que se tienen en cuenta y que, además, «es por lo que nos llegan muchos enfermos». Aunque hay escalas de valoración, todas son subjetivas, y aún con todos los pasos dados «hay veces que no sabes por qué se produce ese dolor».

Incapacidad

Una buena parte de los pacientes son mayores, ya que «con los años tenemos más dolores, aunque solo sea por la artrosis», indica la anestesista, pero a la unidad también llegan jóvenes. «Tenemos muchos pacientes de edad media, de 40 a 60 años», que acuden por diferentes circunstancias y que «además de sufrir, son pacientes a los que el dolor los incapacita -explica-, son personas activas y les impide realizar su trabajo o conseguir un empleo: demandan tratamiento para poder reanudar su vida, a nivel profesional y también social».

Junto a todo tipo de bloqueos para aplacar el dolor, la unidad hospitalaria utiliza técnicas avanzadas, como radiofrecuencia, estimulación medular o colocación de sistemas implantables. La mayoría de ellas se aplican sin ingreso, «en el quirófano de cirugía ambulatoria, que en A Coruña está muy bien montado», indica, de modo que el 90 %, se puede ir a casa pasadas unas horas desde el tratamiento. Pero «hay muchas técnicas que no se pueden hacer en consulta, nos apoyamos mucho en ecografía y las realizamos en el espacio más adecuado», concluye al respecto Aurora de la Iglesia.

La espalda es la «reina» del sufrimiento

El dolor más común en la población general es el de espalda: afecta hasta a la tercera parte de las personas. A la Unidad del Dolor son también los que más llegan, de lumbares, cervicales... osteomusculares. Cinco anestesistas y una enfermera forman el equipo, que cuenta además con el apoyo de enlaces con neurorrehabilitación y el del psicólogo Jorge García. «Muchos de nuestros pacientes necesitan ayuda psicológica, no es un tema fácil soportar el dolor», recalca Aurora de la Iglesia, que insiste en la satisfacción que se obtiene cuando se consigue aliviar a un enfermo que lleva largo tiempo desesperado por el sufrimiento. «La verdad, sí, se van encantados».