«Los adultos somos tan susceptibles de necesitar vacunas como los niños»

FErnando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

CARBALLO

ANGEL MANSO

La jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Chuac, María José Pereira, participa mañana en Afundación en el ciclo «Charlas saludables»

05 nov 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

En plena campaña de vacunación de la gripe y con las corrientes críticas con la vacunación infantil haciendo presión, el ciclo de Charlas Saludables que organiza la Xerencia de Xestión Integrada en colaboración con La Voz de Galicia dedica su próxima sesión a este tema. Será la jefa del Servicio de Medicina Preventiva del Chuac, la doctora María José Pereira, la que hablará sobre este tema mañana a las 20.00 horas en Afundación (A Coruña). La entrada es libre y el aforo limitado.

-El título de la charla es La vacuna funciona.

-La intención es hacer un breve repaso a la utilidad de la vacuna en la población adulta y dedicarle un apartado especial a la gripe. Pero sobre todo me gustaría hacer hincapié en el hecho de que los adultos somos también susceptibles de necesitar algún tipo de calendario de vacunación, porque es algo que relacionamos habitualmente con los niños.

-¿Por qué puede necesitar un adulto vacunarse?

-Hay dos factores, la edad o que este esté dentro de alguna situación de riesgo. Por ejemplo, aquellos que estén sometidos a algún tratamiento inmunosupresor o que tengan alguna enfermedad inflamatoria crónica. En estos casos esos pacientes se benefician de la vacunación para determinadas patologías.

-¿De qué patologías estamos hablando?

-Enfermedades reumatológicas como la artritis reumatoide, o enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de crohn o la colitis ulcerosa. O cuestiones más concretas, como los pacientes que no tengan bazo por un accidente o por algún tipo de cirugía. O los que están tomando para patologías como la psoriasis tratamientos inmunosupresores o tratamientos biológicos. Estos tratamientos que afectan al sistema inmune pueden alterar la capacidad de respuesta ante agentes externos como son las infecciones.

-¿Encuentran reticencias entre la población adulta, como está pasando con la vacunación de niños y las corrientes pseudocientíficas antivacunas?

-La diferencia que vemos en la vacuna en la población infantil y en la población adulta es que habitualmente estos últimos acuden a nuestra consulta en situación de fragilidad. Así que intentamos transmitirle el beneficio que supone la vacunación para su problema de salud. Por eso el impacto en la población adulta no ha sido demasiado significativo.

-¿Se nota la influencia de esas corrientes críticas con la vacunación?

-No estamos en los niveles de otros países, pero sí que se empieza a notar. En estos últimos años el porcentaje de no vacunados o que rechazaban la vacunación en niños ascendía desde el 1 hasta el 2 o 3 %. Es pequeño, pero no deja de ser un incremento.

-¿Y qué se puede hacer para luchar contra eso?

-Los profesionales sanitarios no podemos hacer otra cosa que transmitir la mejor información posible sobre las vacunas. Hacer visible la utilidad que tiene la vacunación en nuestro entorno, incluso en enfermedades que se consideran ya controladas. Ahí el sarampión es el mejor ejemplo. Una enfermedad no eliminada, pero sí controlada, con una incidencia muy baja, y en la que hemos comprobado que si dejamos de actuar en lo referente a cobertura vacunal como veníamos haciendo puede convertirse de nuevo en un problema.

Posible obligatoriedad. Ante el rechazo creciente a la vacunación en la infancia cabe plantearse la posibilidad de que esta pueda llegar a ser obligatoria: «Legalmente sí que existen situaciones en las que puede llegar a ser obligatorio vacunarse. Estamos hablando de problemas de salud pública. Pero lo que tenemos que conseguir es que la población, que es autónoma en su decisión, entienda lo importante que es vacunarse», asegura la doctora Pereira.

«Por muy efectivo que sea, un medicamento no sale al mercado si no es seguro»

Apenas acaba de comenzar la campaña de vacunación contra la gripe, pero parece que los datos son esperanzadores: «Si comparamos con campañas anteriores parece que la cosa va algo mejor. Hay un incremento en la cobertura que ronda el 2 %. Pero llevamos muy poco tiempo de campaña, todavía es pronto para hacer números», afirma la doctora Pereira, que insiste en lanzar un mensaje de tranquilidad: «Si en el centro de salud no le pueden atender en el mismo día, no pasa nada. Hay vacunas suficientes. Lo fundamental es que acudan a solicitarla a su centro de salud».

-La gripe sigue causando numerosas hospitalizaciones e incluso muertes cada año.

-Lo normal es que la gripe sea un proceso autolimitado. Pero el tema está en aquellos a los que está dirigida la campaña de vacunación, que tienen una alta probabilidad de que esa gripe desencadene algún tipo de complicación, por la situación de base. Por eso no debe dejarse el tema a la suerte de cada uno.

-Hay que dejar claro de una vez que las vacunas no producen otras enfermedades.

-Ese es un argumento que tenemos que utilizarlo siempre. Cualquier producto sanitario puede tener efectos secundarios. Pero cuando hablamos de vacunas estamos hablando de administrar un medicamento a una persona que no tenía un problema de salud en el momento de la vacunación, por lo que la capacidad de tolerar un efecto secundario va a ser muy baja. Por eso los efectos secundarios están totalmente controlados. La seguridad es la base del proceso de elaboración de una vacuna. Si una vacuna no es totalmente segura, aunque sea la más efectiva del mundo, nunca llegará a salir al mercado.