Un día esperado más de 20 años

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

Los vecinos quisieron dejar grabada en una placa la fecha en la que, al fin, vieron legalizados sus panteones familiares

13 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Llovía y sobre todo hacía tanto viento que apenas hubo ocasión para mucha ceremonia, pero daba igual. Para un grupo importante de parroquianos de Baio ayer día de celebración más allá de la festividad del Pilar. Por fin veían como aquellos panteones por cuya construcción empezaron a pelear hacia el año 97-98 quedaban oficialmente bendecidos.

Les costó tanto el proceso, que los cinco miembros de la directiva de Pro Cementerio de Baio (Proceba), presidida por María Teresa Rey, quisieron dejar estampados sus nombres junto a una fecha el 22 de febrero del 2018. Ahí supieron que tenían todos los permisos en regla y que el calvario de papeleo se había terminado.

Atrás quedaron los problemas con la finca, que si no tenía acceso, que si el párroco no estaba de acuerdo con la obra y un sinfín de contratiempos. Incluso aquellas imágenes ya clásicas en las que el sacerdote acompañaba al féretro hasta la zona del Cruceiro, le daba la bendición, y desde allí ya eran los de la funeraria o la propia familia la que tenía que darle sepultura al difunto. Circunstancia que, aunque le suponga muchas críticas a los sacerdotes, tiene una base normativa. Limitación que ya no se repetirá en Baio. De hecho hace meses que no pasa porque el actual cura, Francisco Rafael Gómez-Canoura e López, que también quedó reflejado con su nombre en la placa, hace ya meses que daba por hecha la legalización y acompañaba a los difuntos.

«Sería un pouco ser deixados, de facer as cousas a machado, o que fose, pero xa está»

Edelmiro Mata es una de esas cinco personas que en agosto del 2014 decidieron tomar las riendas de una situación que se prolongaba en el tiempo ya de manera intolerable y que vivieron la jornada de ayer «como un día moi esperado», casi tanto como el que para ellos es verdaderamente relevante, el de la obtención de todas las autorizaciones.

«Sería un pouco por ser deixados, por facer as cousas a machado, polo o que fose, pero o caso é que agora xa está, todo legalizado ao 100 %», comenta Mata, quien recuerda que, cuando se pusieron al frente, tuvieron que empezar casi desde cero, a pedir permisos y demás porque «nisto xa sabes como é: levantas unha pedra e aparece outra». Así que, ahora la satisfacción que les queda a todos es que 150 propietarios tienen sus panteones en regla para dar sepultura a sus familiares sin mayores problemas.