Las cifras de muertos en las carreteras casi triplican las del pasado año

Antonio Longueira Vidal
Toni Longueira CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

En nueve meses perdieron la vida 11 vecinos de la Costa da Morte

06 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Las cifras de fallecidos en las carreteras de la Costa da Morte han experimentado un trágico e inesperado repunte después de unos años de clara tendencia a la baja.

En los primeros nueve meses perdieron la vida 11 personas, residentes todas ellas en la zona, de las cuales una resultó atropellada mortalmente en Boiro (era natural de Cabana) y la otra, un vecino de Coristanco, murió debido a las graves heridas tras sufrir una salida de vía en las inmediaciones de Santiago.

Desde el 2010, con un total de 14 víctimas mortales, las estadísticas de siniestralidad vial se habían reducido de forma paulatina en la Costa da Morte (con la excepción del 2014), hasta contabilizarse cuatro fallecidos en el 2017, récord absoluto del que se tiene constancia desde que hay datos oficiales.

Pero este 2018, si nadie lo remedia, pasará a ser uno de los más trágicos. De hecho, ya registra el peor balance de los últimos cuatro años, algo que preocupa y mucho, tanto en la Dirección General de Tráfico como en Tráfico de la Guardia Civil de A Coruña como del puesto de Corcubión.

Chalecos reflectantes

Del total de fallecidos, tres lo fueron por atropello, lo que supone prácticamente el 30?% de las muertes en carretera. Se trata de un porcentaje que no ha dejado de reducirse, pese a los esfuerzos de Tráfico de la Guardia Civil por impulsar el uso de los chalecos reflectantes, sobre todo entre la gente mayor, con sucesivas campañas de concienciación, como las llevadas a cabo a mediados de este año en algunas parroquias de Carballo.

Precisamente, el hecho de que la Costa da Morte tenga un elevado grado de dispersión y envejecimiento poblacional, ha resultado clave para entender el por qué de las elevadas cifras de víctimas mortales por atropello.

De 27 y 30 años

Y mientras los septuagenarios y octogenarios mueren, en la mayoría de los casos, arrollados por los vehículos, los jóvenes, por desgracia, se dejan la vida al volante. Pese a la mayor presencia de patrullas de la Guardia Civil y de la Policía Local y los sucesivos y multitudinarios controles preventivos de alcohol y drogas, prácticamente representan el otro tercio de los conductores muertos en los viales: Dos de ellos tenían apenas 27 y 30 años, respectivamente. Precisamente, el joven de 27 años era un vecino de Agualada, que perdió la vida la mañana del 2 de julio en las siempre peligrosas curvas de O Carrizal, un tramo negro de la red viaria que había dejado de serlo desde la inauguración de la autovía de la Costa da Morte.

Pero este año está siendo especialmente dramático por la elevada tasa de mortalidad con vehículos agrícolas implicados. Un larachés de 62 años perdió la vida el 13 de septiembre al volcar el tractor que conducía en una pista forestal en el lugar de Balvís. Con anterioridad, el 8 de febrero fallecía un tractorista en Fornelos (Zas) tras chocar contra otro turismo y a finales de ese mismo mes un septuagenario perdía la vida en Agualada (Coristanco) tras quedar atrapado por una desbrozadora.

Cerceda

Trágico también fue el final del que fuera cartero de Cerceda durante años, pues en abril falleció mientras manipulaba una desensiladora. El último suceso de estas características sucedió este mismo mes, cuando un hombre perecía aplastado por su tractor.