«El paciente es de todos y entre todos hay que asegurarle la mejor atención»

R. DOMÍNGUEZ A CORUÑA / LA VOZ

CARBALLO

EDUARDO PEREZ

La coordinadora del documento europeo sobre la asistencia a la insuficiencia cardíaca avanzada, Marisa Crespo, apuesta por el trabajo coordinado y en red de todos los centros

16 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Tras dos años de trabajo, en el Congreso Europeo de Cardiología celebrado en Múnich se ha debatido acerca de hacia dónde ha de ir la atención a la insuficiencia cardíaca avanzada (ICA) a raíz del estudio coordinado por la cardióloga del Chuac Marisa Crespo (Santrós-Cea-Ourense, 1961). «Es un documento de consenso publicado en el European Journal of Heart Failure, han participado 24 cardiólogos de toda Europa, uno de EE. UU. y de España también está Eduardo Barge Caballero, compañero del hospital», explica.

-¿Por qué es tan relevante la insuficiencia cardíaca (IC)?

-Es una patología que afecta al 1 % de la población general, aunque aumenta mucho con la edad. El 5 % de todos ellos acaban sufriendo IC avanzada cuando, a pesar de los tratamientos, los fármacos, los marcapasos, desfibriladores y resincronizadores, siguen con síntomas severos y mal pronóstico. Algunos necesitarán un trasplante, otros un dispositivo de asistencia ventricular o corazón artificial y otros cuidados paliativos.

-¿Han redefinido cuáles son esos criterios para reconocerlo?

-Básicamente son que tenga síntomas severos y permanentes, es decir fatiga en reposo, que tenga una disfunción cardíaca severa, que haya tenido episodios de congestión pulmonar o sistémica con hospitalizaciones frecuentes o necesidad de acudir de forma urgente por arritmias graves, y que haya una alteración importante de la capacidad de ejercicio.

-¿Por qué esta actualización?

-Porque es muy importante identificar bien al paciente que la sufre para no enviarlo demasiado tarde al centro de referencia donde le podrán ofrecer las terapias avanzadas o complejas que necesita.

-Porque de lo contrario...

-Si se remite demasiado tarde, con daño pulmonar, hepático o renal muy avanzado, ya no puede beneficiarse del trasplante o el corazón artificial. Es importante saber quién se puede beneficiar porque su pronóstico varía y se puede alargar su supervivencia.

-¿Por eso han elaborado el documento de consenso?

-El documento es para ayudar a todos los que están implicados en la asistencia a estos pacientes. El paciente es de todos, y entre todos hay que asegurarle la mejor atención. Se trata de dar a conocer qué opciones hay, que se le puede y debe ofrecer y cuándo, en qué momento.

-¿Está establecido cómo hacerlo a nivel organizativo?

-Proponemos un modelo de organización porque hay que asegurar que el paciente, independientemente de su ubicación pueda beneficiarse de todos los tratamientos. En España tenemos algo importante: la Sociedad Española de Cardiología ha definido los estándares de calidad de las unidades de IC según la complejidad de cada centro, lo que debe tener y ofrecer cada una de ellas. Se establecieron tres tipos de unidades diferentes, la comunitaria, la especializada y la avanzada. Aprovechando que en España ya teníamos este proceso de clasificación, diseñamos un modelo de asistencia basado en un concepto que funciona en aviación, hub and spoke, una rueda central con muchos radios. Hay que trabajar en red.

-Ponga un ejemplo, por favor.

-Un paciente de Ourense le pueden hacer allí el diagnóstico y tratamiento farmacológico. Si necesitase una cirugía cardíaca, tendría que ir a Vigo. Si necesita un trasplante, habrá que remitirlo al Chuac. Pero no todos los pacientes de Ourense tienen que venir aquí, solo los que necesiten terapias complejas. En cada hospital debería haber una unidad de IC, pero no todos tienen que tener terapias avanzadas. Por eso se ha definido con qué debe contar cada una, la comunitaria, la especializada y la avanzada, tanto en medios técnicos como en personal, sus competencias... Y se ha invitado a las unidades a que se acrediten. Otro ejemplo: un paciente trasplantado hace años que se rompe la cadera no tiene que venir aquí, pero tienes que estar comunicado con su hospital para que no le falten los inmunosupresores. Para eso es clave trabajar en red, incluyendo la Atención Primaria.

«Un enfermo que vive en Burela tiene las mismas oportunidades que uno de Coruña»

Marisa Crespo dirige la Unidad de Insuficiencia Cardíaca Avanzada del Chuac, que forma parte de la red Ciber-CV. Su departamento está acreditado como unidad especializada para el área coruñesa y de referencia para Galicia en terapias complejas, ya que el coruñés es el único hospital que realiza trasplante cardíaco (796 desde 1991) e implanta corazones artificiales (9 desde el 2014). Cree que el modelo de atención cardiológica en red «en nuestra comunidad, que está bien dotada, funciona muy bien; un enfermo que vive en Burela tiene las mismas oportunidades que uno de Coruña porque tenemos una excelente comunicación entre todos los hospitales».

-¿Y en el resto de España?

-Es muy heterogéneo. Con el documento se establece la fórmula para que cada paciente, independientemente de dónde esté, sepa que va a tener el tratamiento que necesita, quién se lo va a dar y dónde. Y el manejo del enfermo no es solo el diagnóstico y un correcto control, sino asegurarte de que es capaz de seguir el tratamiento. Cada nivel de atención es protagonista porque hacen falta todos: el comunitario, el especializado y el avanzado. A lo mejor la denominación avanzada no es la más afortunada, no significa que tú sepas más que otros, sino que el paciente está más enfermo. No se trata de ir de listos, se trata de que todos colaboremos porque el paciente es de todos y entre todos tenemos que organizarnos para ver cómo se le puede prestar la mejor atención. Que funcionen bien todos los niveles asegura que esté bien atendido y que no nos llegue tarde, con daños avanzados. Aquí no pasa, pero en otros sitios sí. Este documento es un proyecto de organización para Europa, cada país debería definir estándares y estructuras organizativas.

Alta prevalencia. La IC es la primera causa de hospitalización en mayores de 65 años y condiciona el 2? % del gasto sanitario. Solo en la provincia de A Coruña, el equipo del hospital de Santiago diagnostica 350 casos al año, el de Ferrol otros 400 y el Chuac trata a 1.100 pacientes, 170 nuevos al año.