El plazo para pedir los descuentos tarifarios sigue abierto hasta el 8 de octubre
15 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las modificaciones introducidas por el Ministerio de Industria en las condiciones para acceder al bono social eléctrico, que permite disponer de una tarifa más reducida, está favoreciendo que sus beneficiarios sean «la gente que realmente lo necesita». Así lo explicaban ayer desde Naturgy, la antigua Gas Natural-Fenosa y principal comercializadora del suministro eléctrico en los municipios de la Costa da Morte.
La alta demanda del bono provocó en abril la formación de algunas colas (muy lejos de las que se vieron en las grandes ciudades) en la oficina de la distribuidora en la calle Perú (esquina Ourense), donde muchos aguardaron para resolver la tramitación de sus solicitudes. Y solo de Carballo, porque en el resto son los departamentos de Servizos Sociais los que se encargan de asesorar en los trámites. De todos modos, esas aglomeraciones finalizaron cuando la empresa amplió el plazo hasta el 8 de octubre. Así que seguramente persistirá el goteo de interesados en conocer las condiciones y en gestionar el papeleo, tanto para renovar el bono como para nuevas altas. Este proceso ya ha quedado resuelto con éxito por 1.988 clientes de Bergantiños, Soneira y Fisterra, además de Cerceda. Son solo una parte de las 19.943 familias que se benefician en los 16 municipios de la zona. En todo caso, para saber cuántos hogares seguirán disfrutando de la tarifa social será necesario esperar al final del plazo.
La renta frente a la potencia
De momento, esas casi dos mil nuevas altas ya tienen garantizadas las ventajas del bono. Con el nuevo sistema, los ingresos del núcleo familiar priman a la hora su concesión frente al criterio de la potencia contratada. Esa es la clave, porque el antiguo bono llegaba a todos los clientes que tenían una potencia de 2,3 kilovatios, independientemente de sus recursos. Además, tampoco se valoraba si la vivienda era la habitual del beneficiario. Ahora se establece como baremo los ingresos de la unidad. Así, los recursos de las familias sin menores a cargo no podrán superar 1,5 veces el Iprem. Si hay un menor, el límite es de 2 veces el Iprem; y si son dos o más, de 2,5. También se benefician del bono las familias numerosas y los pensionistas y jubilados, que deben cumplir, además, los requisitos económicos.
Para solicitar tanto la renovación como nuevas altas, el demandante tiene que entregar una fe de vida y un certificado de empadronamiento en la vivienda para la que se pide. En los pisos de alquiler, los contratos deberán ponerse a nombre del inquilino, y presentar toda la documentación mencionada. La resolución definitiva sobre la concesión del bono no depende de las empresas suministradoras, sino del Ministerio de Industria. Todos los que no la renueven antes del 8 de octubre pasarán automáticamente a la tarifa PVPC (que es el precio voluntario para el pequeño consumidor), que se rige por el mercado regulado por el Estado.
«Los trámites son sencillos y nosotros ya se los hacemos a los vecinos»
Además de en las oficinas de Fenosa (o Gas Natural Fenosa, o Naturgy, con todos los cambios) en los departamentos de servicios sociales municipales también asesoran sobre estas cuestiones. «Los trámites son sencillos y nosotros ya se los hacemos y asesoramos a los vecinos que nos los piden», explica Magui Docanto, trabajadora social de Cabana, un municipio sobre todo rural sin oficina de la comercializadora y, por tanto, donde el Concello es el recurso para esto (y para casi todo). De hecho, para la semana que viene ya tiene concertadas varias citas, y ya hubo muchas. Fueron poco a poco, gradualmente, sin colas. No solo les explican aspectos sobre el bono, sino sobre otros relacionados, como si la tarifa debe ser libre o regulada (este es el caso para el bono social), entre otros aspectos.