«No es habitual, pero se puede parar de crecer por un problema emocional»

r. domínguez A CORUÑA/ LA VOZ

CARBALLO

ANGEL MANSO

Problemas de talla, obesidad o diabetes son casos frecuentes en la consulta del Materno. Lo explica Ana Prado, pediatra en el centro hospitalario

03 sep 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Ana Prado (Narón, 1981) es pediatra del Materno y lleva, con el doctor Antonio Bello, la enfermera y nutricionista Ana Sánchez y la auxiliar Susana Arcas, la consulta de Endocrinología infantil, especialidad para la que cursó un máster en el Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.

-¿Por qué llegan los niños al endocrino?

-Atendemos a los niños a demanda de los pediatras de Atención Primaria. Las razones son muy variadas. Lo más habitual es patología de la talla, que supone un 30 % de las primeras consultas, y la obesidad, otro 28 %. También vemos trastornos de la pubertad, patología de tiroides, y, en una agenda aparte, la diabetes infantil, que aunque no son muchos niños (de 12 a 15 casos nuevos cada año) los vemos muy a menudo.

-¿Patología de la talla?

-Sí, afectan a menos del 3 % de la población infantil, pero son niños con talla baja o talla demasiado alta, que están por debajo del percentil 3 o por encima del 97.

-¿Por qué puede alterarse el crecimiento de un niño?

-Hay muchísimas causas posibles. Muchas veces no son tallas patológicas, pero a veces el niño se queda estancado, o es bajito cuando los padres son muy altos y por eso consultan. La pediatría de Primaria aquí es muy buena, ellos hacen la valoración inicial y nos los remiten, muchas veces ya orientados y con pruebas ya hechas. Nosotros solemos ampliar estudios. La mayoría de las veces son variaciones de la normalidad sin patología y en cuestión de un tiempo alcanzan la talla esperada, pero hay que descartar cualquier problema que pueda estar detrás.

-¿Por ejemplo?

-Puede haber causas nutricionales, emocionales, otra enfermedad, ya sea oncológica, de tiroides, cardiopatías.... El crecimiento es secundario para el organismo si está ocupado en otra cuestión... Cuando el cuerpo tiene que elegir en qué invertir su energía, el crecimiento pasa a un segundo plano. A veces, tras el parón del crecimiento hay problemas más graves, de ahí que los estudios son amplios, porque tenemos que descartar que hay alguna patología oculta.

-¿Causas emocionales?

-No es lo más habitual, pero a veces niños que tienen un problema en casa o en el colegio, de repente se estancan en el crecimiento. Insisto, no es habitual, pero sí puede ser una señal de alarma. Muchas veces ni la familia lo sabe, ni el crío lo cuenta. Sobre todo cuando se trata de un niño con un desarrollo normal y de repente sufre una parada brusca en el crecimiento: es un signo de alerta. Y no solo de un posible problema emocional, sino de cualquier otra causa.

-¿Y el tratamiento?

-En la mayoría de los casos hay una causa tratable. Si es emocional, contamos con una unidad infantil de salud mental. A veces simplemente no crecen un par de meses y luego se recuperan.

-¿Siguen encontrándose niños que no crecen por desnutrición?

-Más que desnutridos, mal nutridos. No es que no coman, pero a lo mejor su alimentación no es del todo equilibrada. Mal nutrición como antiguamente ya no se ve. De hecho, hay niños gorditos pero mal alimentados, a veces por falta de recursos. Los problemas de desnutrición suelen tener más que ver con enfermedades de mala absorción intestinal.

-No dejan de alertar sobre el tema de la obesidad infantil.

-Nos preocupa. De hecho, la OMS dice que es la epidemia del siglo XXI. En los últimos 30 años en niños en edad preescolar pasó del 5 % al 30 % en algunos países. Aquí está en el 15 %.

-¿Mala dieta y sedentarismo?

-Tiene que ver con el estilo de vida y no estamos protegidos ni en países con dietas sanas, como la mediterránea o la atlántica. Es un problema social, de la industria, la publicidad.. Nos implica a todos, los colegios, las administraciones para fomentar hábitos como el uso de la bici... Aquí nos llegan obesidades extremas o pacientes que en Primaria han intentado controlar sin cambios, o niños que además tienen hipertensión, colesterol... Si controlamos el peso prevenimos otras enfermedades. El problema es que el tratamiento de la obesidad no es una pastilla. Exige cambios de hábitos a toda la familia, cuando no a todo el entorno, incluso a los amigos.

«Algunos contaminantes ambientales alteran la pubertad»

De los 400 nuevos casos que cada año llegan a la unidad, una parte son alteraciones de la pubertad.

-¿Van en aumento?

-Hay una tendencia lenta, discreta, de adelantamiento de la pubertad. Son niñas que empiezan con el desarrollo mamario por debajo de los 8 años y niños que a los 9 inician el testicular. Lo normal es a los 10 y a los 11.

-¿Por qué razón?

-Hay contaminantes ambientales que pueden influir. Hay plásticos y envases que al calentarlos liberan unos disruptores endocrinos que actúan sobre las hormonas sexuales. Los mares están llenos de plásticos, se los comen los peces y llegan a la cadena alimentaria. La lecitina de soja tiene estrógenos vegetales y cada vez está en más alimentos, sobre todo en la bollería. Cuanto más procesados se tomen, peor.

-¿Cómo se tratan?

-Siempre hay que descartar primero otras causas. Pero a menudo el adelantamiento está relacionado con una ganancia brusca de peso. Aunque muchas familias se sorprendan, si se controla, y se retiran esos contaminantes, a veces se frena. Y después están los tratamientos hormonales.

-¿Qué otros casos les llegan?

-Vemos patología tiroidea, que a menudo son alteraciones transitorias, pero hay que seguirlas. Seguimos a los pacientes oncológicos tras la quimioterapia, patología hipofisaria, niños con problemas de vello, alteraciones genitales... Muy importante: los niños con diabetes tipo I. Seguimos a más de cien y suponen más del 40 % de las 3.000 consultas que tenemos. Tratamos de verlos con mucha frecuencia. Es una enfermedad crónica que los va a acompañar toda la vida. Es importante el papel social y la concienciación para tratar de darle normalidad. Si el entorno se preocupa y los apoya, van mucho mejor.