Juan Jesús Herranz: «En Senegal hay casos de parálisis y traumas por bucear sin formación»

iago teijeiro / a. a. A CORUÑA

CARBALLO

Otorrinolaringólogo, Juan Jesús Herranz visitó con una oenegé una escuela para formar en pesca submarina

20 ago 2018 . Actualizado a las 10:47 h.

La pesca de buceo puede llegar a ser muy peligrosa si no se practica de manera adecuada. En zonas donde no existe una formación ni unas condiciones laborales decentes se convierte en un problema para los chavales que se adentran con cayucos en el mar y se sumergen hasta 50 metros en el agua. Uno de los lugares donde se da esta situación es Yoff-Tonghor, en la costa de Dakar (Senegal). Por esto, la oenegé Solidariedade Galega, en colaboración con Ecodesarrollo Gaia, ha enviado a la Escuela Coruña, con una experiencia de 20 años operando en esta población, al doctor Juan Jesús Herranz González-Botas, especializado en medicina subacuática, que ejerce su labor en el Hospital Materno (otorrinolaringólogo, es jefe de sección y profesor de la USC) que nació en Carballo hace 61 años.

-¿Cómo llegaron ustedes a conocer la situación de Senegal?

-Nosotros llevamos tiempo trabajando en la medicina subacuática con experiencias en Perú y Nicaragua. Allí trabajábamos con jóvenes que mariscaban sumergiéndose con aire comprimido. Hace cosa de un año, el Concello da Coruña celebró una reunión entre oenegés y allí conocimos a la gente de Ecodesarrollo Gaia. Entonces nos ofrecieron ir al centro de desarrollo comunitario que tienen en Senegal y hacer una labor semejante a lo que ya habíamos realizado en Nicaragua o Perú.

-¿A qué riesgos están sometidos los chavales al practicar esta actividad sin la formación adecuada?

-En Nicaragua vimos en un mes a 85 chavales con parálisis de la cintura para abajo que no volverán a andar, no pueden orinar ni pueden practicar relaciones sexuales por desempeñar el marisqueo de buceo de una manera inadecuada. La situación en Yoff es muy parecida y la cifra de accidentados, a pesar de que no tenemos datos concretos, es muy elevada. La causa de esto es que, cuando se sumergen con las bombonas, al no llevar medidor, en cuanto se agota el aire suben a la superficie de golpe y el cuerpo no soporta el cambio de presión. En Senegal vemos casos de parálisis e incluso de barotraumas, que pueden causar la muerte. Es peligrosísimo practicar la pesca de buceo sin formación.

-¿Cómo fue la experiencia vivida en la localidad de Yoff?

-La experiencia ha sido muy positiva. Allí hay entre 600 y 800 pescadores que practican el buceo en la pesca del mero negro, que alcanza un peso de unos 50 kilos y nada a una profundidad de 60 u 80 metros. Los buceadores se acercan a esa profundidad con botellas de aire de 18 kilos. Es una barbaridad. Y esto sin ningún tipo de formación previa ni con el equipamiento necesario. Tampoco conseguimos las cifras de accidentados. Hay mucho secretismo alrededor de este asunto, aunque uno de los pescadores nos dijo que el número es increíble.

-¿Cómo se desarrollaron las clases que impartieron?

-Fue algo maravilloso porque, entre otras cosas, dimos clase todos los días y vinieron entre 25 y 30 representantes de cada grupo de buceadores. Los coordinadores del programa se sorprendieron porque nunca habían visto que a estos cursos vinieran todos los asistentes y a la hora en punto. Estábamos unas cuatro horas, todos los días y hablando de física. Estaban muy interesados y fueron muy interactivos. Te da la sensación de que realmente vale la pena.

-¿Con qué se queda del viaje?

-Con que, siendo Yoff la zona pobre de un barrio pobre, la sensación que tienes por las calles es de absoluta tranquilidad. Es un sitio donde hay una pobreza extrema pero te sientes como en casa. Es una sensación de estar en un sitio en el que te quieren bien, que te cuidan, que agradecen que estés allí... Pienso que tenemos mucho que aprender de ellos.

-¿Volverá?

-Se intentará hacer un registro de buceadores y accidentes para poner en cifras cuál es la realidad del problema y poder combatirla de manera diferente. En noviembre volverán los coordinadores, Guillermo Fernández y Cristina López, y en función de los datos que recojan, dirigiremos la actividad en ese sentido.