As Eiroas recuperó el ambiente futbolero de la fase de ascenso

Melissa Rodríguez
Melissa Rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

BASILIO BELLO

Un millar de aficionados se dieron cita en el recinto carballés para ver las nuevas caras del Bergan

28 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El Bergantiños se estrenó el miércoles ante un rival y un público de lujo. El Deportivo consiguió atraer hasta As Eiroas a toda una marea blanquiazul, que recordó al fantástico ambiente vivido en la fase de ascenso.

En las gradas estaban los que no se quitan la camiseta ni aunque les toque la lotería; y alrededor del campo, en la zona de la entrada, los Riazor Blues, luciendo tipo y con la caña en la mano, pues el tiempo acompañaba; y ya corriendo de un lado para otro los más fanáticos de la casa, los niños, con las caras pintadas a rayas blancas y azules. Por su parte, los aficionados rojillos optaron por la discreción, como ya es tónica habitual. Y justo antes de que el reloj marcara las ocho de la tarde, el exdeportivista carballés Antonio Bouza hizo el saque de honor envuelto en la emoción.

Arrancó el amistoso bastante igualado, con un once inicial bergantiñán muy renovado, con seis caras nuevas: Caridad, Marcos Rodríguez, Agulló, Jorge Cano, Cañi y Diego Fernández, y la presencia de los juveniles Rubén Balsa y Pablo Losada. Tampoco pasó desapercibido el trío arbitral, con una cara femenina, una jueza de línea.

Las primeras ocasiones no llegaron hasta cumplida la primera media hora. Y la primera fue precisamente del Bergantiños. Jorge Cano envió el balón a la red lateral derecha luego de una transición rápida. Pero el Dépor respondió con un remate alto de Guilherme, que fue el preludio al 0 a 1 del jugador brasileño, con un remate a centro raso de Blas.

La segunda parte comenzó con un Deportivo más crecido y un once rojillo totalmente distinto, con las caras más habituales: Baleato, Facal, Toni, Jorge Sáez, Granada... Los juveniles darían el relevo, más tarde, a algunos de los nuevos fichajes. Pero el que fue inamovible de principio a fin fue la estrella del equipo, Rivera. En este período el conjunto de Figueira estuvo más encerrado en su campo, siendo lo único destacable una intervención de Agulló, que evitó un gol cruzado de Uxío. Pero, finalmente, en otra ocasión, el canterano deportivista consiguió su objetivo (0-2). Quique González cerró el encuentro con el 0 a 3.

Lejos del resultado, que era lo menos importante, el punto de mira estuvo en las nuevas incorporaciones, tanto al equipo herculino como al carballés. Dos nombres destacaron por encima del resto: los mediapuntas Jorge Cano y Cañi. El primero se ofreció en todo momento para intentar crear peligro y el segundo dejó destellos de calidad con varias jugadas interesantes.