La formación de los jóvenes agricultores es una de las claves del desarrollo del rural para Claude Richard
10 jul 2018 . Actualizado a las 17:25 h.Los lazos que unen Galicia con la región francesa de Bretaña van más allá de sus conexiones culturales y su pasado celta. Ambos territorios son principalmente agrícolas, donde el sector rural sigue siendo el motor de la economía. Para demostrar esta vinculación, en Voces do Agro han entrevistado a una de las mayores figuras bretonas en desarrollo rural, Claude Richard.
-En los 60 se decía que Galicia y Bretaña eran muy parecidas: regiones, periféricas, atrasadas y con gaita. ¿La realidad de Bretaña era esta fotografía?
-A partir de la segunda guerra mundial, Bretaña era una de las regiones más atrasadas de Francia. No había muchas posibilidades para los jóvenes de Bretaña, que tenían que buscar oportunidades laborales en otras zonas. El éxodo rural era muy importante
-Una fecha crítica para vuestra economía fue la de 1983, en la que se impuso la cota láctea. ¿Esto supuso una fuerte crisis en el rural?
-Perdimos casi el 20% de nuestra producción. Para nosotros fue una catástrofe pero fue la oportunidad para reubicar nuestro proceso de desarrollo.
-Galicia y Bretaña son regiones muy parecidas en población y tamaño, pero allí se multiplican por diez las posibilidades de formación agraria.
-Nuestra oferta se ha difersificado. Tenemos que preparar a los jóvenes para situaciones imprevistas, formar a gente proactiva. En este caso no nos centramos solo en los contenidos, sino en desarrollar las competencias de los alumnos.
-Dijo que tenemos que tener la cabeza en el local pero pensando en lo global. ¿Esto por qué?
-Hay que tener los pies en la realidad, pero también una visión retrospectiva y pensar en el futuro del territorio. Hay que elevar la mirada más allá y ver cómo viven los otros. Entender que el mundo de hoy y de mañana, es un mundo globalizado .
-¿Cuál es su sueño para el desarrollo del mundo rural?
-Que cada joven que entra en formación en Bretaña, tenga derecho de hacer una experiencia de tres meses a un año en otros países, para que tenga una visión de esta globalización. Para entender lo local hay que tener en cuenta lo global.