Los tres siempre eternos del Baio se despiden de la mano y por lo alto

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

CARBALLO

Ana Garcia

Una vez conseguida la permanencia y tras toda una vida ligada al club, los tres jugadores más veteranos se jubilan

20 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Algún día tenía que pasar, y sucedió al final de esta temporada. El club decano de la Liga da Costa, el Deportivo Baio, en Primera Autonómica, se queda sin tres hombres fundamentales en su columna vertebral. Los veteranos Ramón Gómez, de 36 años, y Martín Pérez y Mario Romero, de 39 y 34, que serán en octubre un año más longevos, abandonan la entidad tras toda una vida ligada a ella.

Todos ellos nacieron en Baio y comenzaron a jugar al balompié desde niños. En el caso de Martín, con 9 años ya jugaba en los infantiles del club Baio. Y salvo un año y medio, cuando cumplió la mayoría de edad que se marchó para el Nantón y logró el ascenso a Segunda Autonómica, fue siempre fiel a los colores azul y blanco. Por su parte, los que vinieron más tarde, comenzaron en el colegio y luego pasaron por todas las categorías de la entidad baiesa sin conocer otro equipo, algo que tiene mucho mérito. Los únicos cambios que conocieron, de hecho, fueron las distintas posiciones. Las repasaron todas. Y lo mejor, que no les quedó la espina clavada de no vestir otra camiseta: «Nós encantados de estar aquí», dijo ayer Mario.

Las razones

Pero cada uno tiene sus motivos de salida. En el caso del más veterano, Martín, se debe principalmente a la edad: «En nada teño 40 anos e vou no tempo de deixalo. Tamén teño dúas nenas, unha de 8 anos e outra de 10 meses, e creo que fago máis falta na casa que no campo», comentó. Por su parte, el intermedio, Ramón, expresó: «Estou algo queimado de non xogar, se ben entendo que hai que deixarlle paso á xente máis nova. Pero teño un fillo de oito anos e non podo ir a Santiago perder un día enteiro para nada. Non xogar quítache as ganas de todo. Creo que minutos sempre os hai para todos». Por último, en el caso del más joven, Mario, el motivo son las lesiones: «Tiven varias nos últimos tres anos, a última en marzo cunha rotura de nariz, e foi cando dixen: «Hai que deixalo». É algo serio porque afecta ó traballo. Se me atopase ben, seguramente seguiría».

No es un adiós rotundo

No obstante, no se trata de una despedida rotunda. «Se podo ir adestrar, pasareime, pero ó que sempre irei será ós partidos. Seguirei sendo socio, xunto coas miñas nenas», explica Martín, a lo que añade Ramón: «Vou seguir indo adestrar se me deixan e podo, e se en todo caso un día fago falta, bótolle unha man sen problema algún. Tamén vou asistir ós partidos porque seguirei sendo de sangue branquiazul».

Pero lo que todos tienen claro es que el equipo queda en «boas mans», describió Mario. «Hai unha boa base de moitos anos e non vai haber problema», apuntó Martín. Si bien Ramón hizo un inciso: «Algo claro que se vai notar a nosa marcha, sobre todo porque Martín e Mario eran titulares indiscutibles, e o primeiro, era e seguirá sendo o noso eterno capitán».

Lo más bonito

Lo cierto es que competir con el Baio, para ellos, ya forma parte del pasado, y ayer quisieron compartir con nosotros los momentos más felices y lo que más van a echar de menos. «Son moitos anos, e xa o estou botando de menos agora. Sobre todo, o día a día cos rapaces, o vacile que hai no vestiario de meternos os uns cos outros e as cañas despois dos adestramentos», dijo Martín, a lo que añadió: «O mellor recordo sempre vai ser o tempo no que xoguei nas categorías inferiores. Aí si que se vivía moito o fútbol. O máis bonito que podía haber era ir xogar cos compañeiros. En xeral, a xente que coñecín». Por su parte, Mario comentó: «Cando chegue agosto e setembro botarei algo en falta, pero algún día tocaba deixalo e hai que ser fortes». Y ya por último, Ramón fue más tajante: «Non vou botar de menos nada porque se me deixan adestrar, xa está. É o que me gusta».

Deseos para el futuro

Sobre el futuro de sus vidas, Martín despejó cualquier posibilidad de ser entrenador: «Non sirvo para iso. A parte, que hai que ter un carné, sendo que se lle quero botar unha man ó club o que hai que ter é educación». Por su parte, Ramón comentó lo siguiente sobre el deseo de que su hijo, que juega en el Zas ya que el Baio no tiene categorías inferiores a juvenil, continúe su tradición en el club que fue su media naranja: «Poderá facelo se é que existe, porque de aquí a que chegue a maiores poden pasar moitas cousas».