Tiene hasta comienzos de la próxima semana para deshojar la margarita
01 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Tras el varapalo que supuso la eliminación a las primeras de cambio de la liguilla de ascenso a la Segunda B a manos del Cirbonero, el Bergantiños, encabezado por su presidente, Luciano Calvo Pumpido, le propuso al entrenador de las dos últimas temporadas, Miguel Figueira, la renovación de su contrato, que espira el 30 de junio.
En el club entienden que es la persona idónea para seguir capitaneando el nuevo proyecto, con el objetivo de dar el salto de categoría el próximo curso. Defienden a Figueira porque, con él al frente, el equipo atraviesa uno de sus mejores momentos deportivos de los últimos años, con dos clasificaciones consecutivas para la fase de ascenso. Las derrotas contra el Badajoz, pero sobre todo contra al Cirbonero supusieron un jarro de agua fría para la entidad rojilla. Pero la directiva, fiel al modelo implantado en los últimos años, apuesta por la continuidad de Miguel Figueira, gran conocedor de la casa, ya que se formó futbolísticamente en As Eiroas. Están dispuestos a asumir un nuevo esfuerzo para aglutinar un plantel que pueda competir con garantías la próxima temporada, tras los fichajes el pasad año de Antas, Baleato y, sobre todo, Rubén Rivera.
Pero las palabras de Miguel Figueira sobre que precisa unos días para reflexionar sobre su futuro han hecho saltar todas las alarmas. Dejó claro ayer que no habló con ningún club y que ningún club se puso en contacto con él para liderar proyecto deportivo alguno. «Ni siquiera el Fabril», remarcó ayer el propio entrenador, zanjando así las informaciones que lo sitúan al frente del banquillo del filial herculino.
Pero en el Bergantiños no lo tiene del todo claro y por eso ya han empezado a sondear el mercado en busca de un relevo por si Figuiera decidiese finalmente rechazar la propuesta de renovación. Tiene hasta comienzos de la próxima semana para deshojar la margarita.