Las playas contaminadas tienen muy difícil mejorar su calificación

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

ANA GARCIA

Exigen obras de saneamiento importantes que escapan del presupuesto municipal

18 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Dentro del catálogo que elabora la Consellería de Sanidade sobre la calidad de agua de baño -en breve empezarán los análisis quincenales de temporada- en el que figuran muchas, no todas, las playas de la Costa da Morte, hay tres desaparecidas desde el año 2016. Se trata de Area da Vila y Camelle, en Camariñas, y A Concha, en Cee. El motivo de que no figuren y que pese sobre ellas una prohibición permanente para el baño es que durante cinco temporadas consecutivas la calidad detectada en las analíticas ha sido insuficiente.

Para que vuelvan a entrar en el sistema es necesario, como explica el concejal de Medio Ambiente de Camariñas, Sergio Caamaño, presentar por parte del Concello una serie de muestras que den la calidad exigida de manera sostenida en el tiempo. Para ello, antes son necesarias intervenciones de saneamiento, en algunos casos importantes, que superan ampliamente la capacidad financiera de las arcas municipales.

Como detalla el edil camariñán de Obras, Juan Carlos Canosa, el grueso del problema radica en que durante las intervenciones de la Xunta, que ha construido depuradoras y sistemas de saneamiento tanto en la capital municipal como en Camelle, parte de las casas, incluso en zonas relativamente amplias, quedaron sin conectar. De ahí que esas viviendas sigan vertiendo directamente al mar, al margen de que por la condición de fondo de ría que tiene Area da Vila siempre sea más difícil que el mar colabore en la limpieza como hace en otras zonas más abiertas.

Por todo ello, antes de este verano, el propio Concello va a acometer con fondos propios -Canosa calcula que entre 20.000 y 30.000 euros- una parte de esa obra que consiste en realizar un nuevo bombeo hacia el pozo situada en la zona interior, próximo a Muebles Sambade, porque existen muchos problemas de retorno de las aguas fecales a través de la propia instalación, entre otras deficiencias, que el edil califica como «unha chapuza» arrastrada de la obra de saneamiento.

En Camelle, la solución se antoja más complicada «porque deixaron unha zona moi grande: A Portela, A Pergoliña,... sen conectar e agora, aínda por enriba, múltannos, cando ese traballo é inasumible para o Concello porque serían moitísimos cartos. Tería amaño se se enganchase todo iso á depuradora, pero non queren porque lle chegaría unha gran cantidade de auga da choiva» porque, como incide Canosa no existen redes separadas, algo que sí están estableciendo en todas aquellas obras nuevas que realizan.

A partir de que todo ese trabajo esté realizado podrán volver las analíticas y también la inclusión en el catálogo que elabora Sanidade. Algo que, por el momento, ni siquiera se plantean en Cee con A Concha, porque aunque acaban de realizar una obra de saneamiento relativamente importante en las avenidas de Fisterra y Fernando Blanco, la tarea por acometer en todo el arco de la ría resulta aún gigantesca.

Si tiene opciones de mejorar Lires, que sigue en el catálogo aunque lleva varios años arrojando resultados insuficientes de manera intermitente. En este caso, el Concello llevó a cabo recientemente con cargo a un plan provincial la reparación de la depuradora, con lo que pronto se podrá comprobar si ha dado resultado. Más complicado lo tiene Estorde porque el arreglo de la depuradora esperará, como mínimo, al año que viene.

El alcalde, Ramón Vigo, aunque asume la realidad relativiza el problema, porque «a calidade insuficiente non quere dicir que haxa unhas condicións insalubres como tal, aínda que iso non significa que non haxa que facer as cousas ben», para lo que pide mayor compromiso autonómico. «A Xunta teno moi doado, en vez de tantas analíticas o que debe é resolver os problemas de fondo», dice.

Más allá de las banderas azules

Las playas de las Costa da Morte son excelentes, se mire por donde se mire, más allá de que existan problemas puntuales sobre todo debidos a problemas en tierra: déficit de saneamiento, basura arrojada al mar, falta de medios de limpieza, socorristas,... Sin embargo, al margen de las necesidades propias de cada una, adolecen de un problema común y es, en términos muy resumidos, que las diferentes formas de calificación no resultan útiles a la hora de destacar sus cualidades más importantes. Ni siquiera este amplio catálogo que elabora Sanidade relativo a la calidad del agua es del todo exhaustivo, o justo, por así decirlo. De hecho, por poner un ejemplo, figuran playas como la de Lobeiras (Camariñas) prácticamente desconocida y sin usuarios a nivel de baño y no aparece Trece, con lo que significa y todo el atractivo que tiene, tanto natural como por su proximidad a un enclave histórico como es el Cemiterio dos Ingleses.

Sin embargo, el caso más evidente es de la Bandera Azul, distinción por antonomasia de la calidad de las playas a nivel europeo. Este año la han obtenido 10 arenales de la zona, además de otras infraestructuras como puertos o paseos. Ni que decir tiene que se trata de playas excelentes todas ellas, pero basta un mínimo conocimiento del litoral de la Costa da Morte para ver a las claras que no están todas las que son. Soesto no le envidia nada a Arou ni O Rostro a O Ézaro, por decir algo aunque la lista sería muy larga. Se priman los servicios: accesos, aseos, socorrismo,... cuando precisamente el gran valor para muchos visitantes, y también vecinos, es todo lo contrario: el mínimo de intervención humana en un entorno que el encanto lo tiene por sí mismo y por la ausencia, al menos de momento. de masificación.