La mayor intensidad se da hacia Paiosaco, y la menor en los dos enlaces de Baio
25 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.La autopista AG-55 y la autovía tienen cada vez más usuarios, tanto en su tramo de peaje como en la extensión a Santa Irena (Salto, Vimianzo). La denominación técnica es la misma para todo el trayecto, pero desde Carballo hasta su remate se identifica como la Autovía da Costa da Morte, y que se abrió al tráfico hace 90 semanas. A finales de julio cumplirá dos años.
La titular, la Consellería de Infraestruturas, tuvo estos días los datos de aforos anuales, que permiten comparar cada tramo y por todos los criterios que se desee: por días, semanas o meses. La conselleira Ethel Vázquez decía el lunes en Carballo, al estrenar la senda de Bértoa, que el aumento en esta y otras vías gallegas se debe a la recuperación económica. Es muy probable, pero en los polos de actividad industrial y de más población se nota mucho más que en los que tienen menos. De noreste a suroeste bajan las intensidades diarias y también los crecimientos. Por ejemplo, entre A Laracha y Carballo norte pasan cada día de media 11.153 vehículos, casi mil más que el año anterior. En la última salida (al margen del corredor) hubo el año pasado 5.248 aforos, frente a los 5.153 del 2016. Obviamente, los tiempos completos en este caso no son comparables, ya que la intensidad media solo se analiza desde julio. En cuanto al tráfico pesado, las diferencias entre un ejercicio y otro ya no son tan homogéneas en crecimiento (hay de todo), aunque sí en el mayor flujo cuanto más próximo a A Coruña.
En el tramo entre A Laracha y Carballo norte, el más utilizado en la zona, el número de vehículos aumenta por encima de la media entre junio y octubre, coincidiendo con el auge turístico. Por días, los viernes es cuando más tráfico se detecta: si la media es de 100, esa jornada está en 120. El mayor índice en vehículos pesados se produce los martes y los miércoles, casi un 8 % del total en ambas jornadas.
En cuanto a las horas, en ese ismo tramo, en torno a las 19.00, es cuando se produce la mayor aglomeración, con una media de mil vehículos en 60 minutos, algo más en festivos que en laborales. Entre las 02.00 y las 05.00 de la madrugada suele haber más de entre 24 y 33 vehículos en cada hora. Los datos son diferentes en todos los demás tramos, en función del flujo de circulación, pero las tendencias se repiten.
Los índices de circulación en la comarca no anda muy lejos de la media en Galicia. Según los datos que acaba de dar a conocer la Xunta en la memoria de tráfico del 2017, la media de vehículos en las vías de alta capacidad gallegas es de 8.227, un incremento de más del 4% con respecto al ejercicio anterior. El mayor índice de pesados se da algunos días de la semana entre Carballo norte y sur: más del 11 %.
«A parte nova está mellor. A vella, e tendo en conta como está, a peaxe é cara»
José Manuel Madera (50 anos) es un usuario diario de la autovía AG-55 entre A Coruña y Baio, ida e vuelta, desde hace 5 años. Es profesor en el colegio Labarta Pose, y alterna el vehículo, en el que van cuatro usuarios, con un compañero. Distingue la parte del peaje de la nueva. «A parte nova está mellor, ten un trazado con máis sentido, máis seguro. A vella, tendo en conta como está, a peaxe é cara. Chégalle ben, non é que entusiasme», explica. En general, ve los peajes gallegos muy costosos. En este mismo sector tampoco le gustan las excesivas curvas o los desniveles, algo que se ha paliado en la autovía da Costa da Morte. Esta, por suerte, tuvo la oportunidad de conocerla con sus alumnos antes de abrirse, con aquellos viajes en tren turístico.