Falta de previsión

La Voz BERRO SECO

CARBALLO

04 abr 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando la burbuja inmobiliaria estaba más inflada, los jóvenes, aún adolescentes, abandonaban las aulas para trabajar a destajo en las obras. La crisis de la construcción los devolvió a casa sin apenas formación para otras ocupaciones. Muchos de ellos tuvieron que vender sus BMW y emprender la dura travesía del desierto del paro y luego de la emigración. El sector quedó tan quemado que ahora no hay jóvenes debidamente formados para incorporarse al mundo de la construcción. Nadie lo ha previsto.