«Donar médula a día de hoy es tan sencillo como donar sangre»

FErnando Molezún A CORUÑA / LA VOZ

CARBALLO

CESAR QUIAN

El doctor Pío Torres ofrece mañana en Afundación una conferencia dentro del ciclo Charlas Saludables

19 mar 2018 . Actualizado a las 13:31 h.

El doctor Pío torres, médico adjunto del servicio de Hematología del Chuac, participó en la puesta en marcha del programa de trasplante hematopoyético en 1992 y es una autoridad en lo tocante al trasplante de médula ósea. Precisamente de esto hablará mañana en Afundación (20.00 horas) en una conferencia enmarcada dentro del ciclo Charlas Saludables que organiza La Voz de Galicia con la Xerencia de Xestión Integrada de A Coruña, en la que romperá algunos de los mitos que rodean a la donación de médula. La entrada es libre hasta completar aforo.

-¿De dónde venía ese temor a donar médula?

-El problema es que a veces se confunde la médula ósea con la médula espinal, y no tiene nada que ver. La médula espinal no se puede tocar ni trasplantar a día de hoy. Lo que nosotros tocamos es el tuétano de los huesos, por así decirlo, que tiene unas células madre productoras de sangre que son las que van a curar a los pacientes que tienen el tuétano del hueso tocado por un tumor provocado por la leucemia. El proceso es acabar con la leucemia con quimioterapia y ponerle al paciente unas células nuevas de un donante.

-Pero esas punciones en la cadera que no tenían demasiada buena fama, ¿ya no se hacen?

-Se siguen haciendo para extraer en el quirófano sangre medular, y el donante al día siguiente está en su casa. Pero ahora se hacen mucho menos, porque se ha sustituido por las células madre de la sangre periférica.

-¿Cómo es ese proceso?

-Mucho más sencillo e inocuo, es como donar sangre. Con unas hormonas estimulamos que esas células madre pasen de la médula ósea a la sangre, de donde las recogemos. Es un poco más laborioso que una donación de sangre al uso, más que nada por el tiempo que se tarda en retirar las células que nos interesan, que puede extenderse a dos o tres horas. Pero el resto es muy similar a la donación de sangre. Y este procedimiento es el que más se hace, mucho más que el de médula ósea, que se utiliza solo en casos concretos.

-Eso supone un gran avance que facilitará las donaciones.

-Sin duda. El proceso es más inocuo, el donante no tiene que pasar por lo que pasaba antes, pero es que, además, es mejor. Se ha demostrado que con esta técnica el paciente se recupera antes del trasplante. Ten en cuenta que al paciente se le elimina su médula enferma con quimioterapia o radioterapia, por lo que estará unas semanas sin médula. Pues de esta manera recuperan mucho antes la médula, lo que implica que tenga muchas menos complicaciones. Así que ha sido un gran avance no solo para el donante en la extracción de células, sino también para el receptor.

-También se ha avanzado mucho respecto al rechazo y la compatibilidad entre donante y receptor.

-Ese sí que es al gran avance que se ha producido en este campo. Los trasplantes tenían que tener una compatibilidad del cien por cien entre donante y receptor. Pero actualmente estamos haciéndolos con éxito con un compatibilidad de tan solo el 50 %. Esto ha revolucionado el problema de encontrar un donante, se ha convertido en algo mucho más rápido y sencillo.

-¿Y cómo se consigue que no haya rechazo?

-Al receptor se le da una quimioterapia tras el trasplante, para que los linfocitos que se encargan de los rechazos desaparezcan y queden solo, por así decirlo, los buenos. Antes esto era impensable, se lleva haciendo tan solo unos tres años. Es algo maravilloso.

Tratamientos insustituibles. El doctor Torres destaca la importancia de los trasplantes de médula ósea: «Se hacen necesarios en casos de leucemias y linfomas, enfermedades tumorales de la sangre o la médula ósea. Sin estos tratamientos, los pacientes no podrían curarse ni mejorar», advierte el doctor.

«El gran número de donantes nos permite ser más selectivos»

Afortunadamente, las cifras de donación de médula ósea en España han cambiado radicalmente en los últimos años, según destaca el doctor Torres: «En donación de sangre de cordón umbilical sí que éramos de los primeros a nivel mundial, pero en donación de médula ósea estábamos muy rezagados. Se hicieron campañas de concienciación para ponernos a la altura del resto países europeos, y surtieron efecto. Aunque nos siguen ganando los alemanes o los americanos».

-Ahora se hace una selección más minuciosa de los donantes.

-Entre que ha aumentado el número de donantes y que ahora podemos hacer trasplantes con una compatibilidad del 50 %, lo que abre enormemente el abanico de posibilidades, se está empezando a seleccionar más al donante. Se buscan donantes jóvenes, que no superen los cuarenta años. Eso te asegura el futuro. El donante no hace su donación en el momento, sino que se le puede llamar dos, tres o cinco años después, cuando sea necesario. Tenemos suficientes donantes como para poder permitirnos ser más selectivos y quedarnos con los mejores.

-¿Qué hay que hacer para ser donante?

-Ser donante es muy sencillo. Las pruebas de compatibilidad se hacen con una muestra de saliva que se envía a analizar. Y solo tienes que firmar un consentimiento, que puede ser revocado en cualquier momento. Es decir, que en el momento en que se requiera tu donación puedes echarte atrás. Y puede que ni te llamen en toda la vida, porque no sea necesaria tu donación, o que te llamen dos veces.

-¿Cuáles son los requisitos para poder donar?

-Solo estar sano, no tener enfermedades que se puedan transmitir por la sangre.