Tercera División | Los rojillos dominaron siempre y Rivera, Baleato y Antas sentenciaron
13 mar 2018 . Actualizado a las 00:32 h.El Bergantiños salió ayer al campo con el objetivo claro de que los tres puntos se quedaran en casa y luchó desde el primer minuto con todas las garras para conseguirlo. Así, tuvo la posesión del balón durante la inmensa mayoría del choque y, sobre todo, en la primera parte, donde los visitantes solo se hicieron con él en contadas ocasiones, por fallos y despistes de los rojillos. Pese a ello, en la primera llegada que tuvieron al arco local (minuto 8), pudieron tomar la primera ventaja en el marcador por medio de un mano a mano de Iker con Cristopher, que no entró de milagro.
Los de Miguel Figueira siguieron presionando arriba, con numerosos pases y disparos que rozaron casi la portería. Pero fue en el minuto 23, cuando Rivera apuntó el 1 a 0 en el electrónico al rematar de cabeza un saque de esquina de Antas. Esto alertó al rival, que se cerró en defensa hasta acabar el primer tiempo.
Al poco rato (minuto 29), Jorge Sáez pudo aumentar la cuenta con un saque de falta al borde del área que acarició el travesaño. Pero fue Baleato quien, finalmente, anotó el 2 a 0 en el minuto 34 tras un saque de esquina de Antas.
Entrados los últimos cinco minutos de juego, un mal pase de Toni en el medio del campo acabó en pies del rival, pero el lanzamiento se fue por el lado izquierdo de la portería. Acto seguido, el Arenteiro la pudo meter dentro de nuevo, pero Iker se hizo un lío en los pies al borde de la línea de meta.
Una segunda parte llena de interrupciones
Tras el paso por vestuarios, el partido en As Eiroas entró en un bucle de interrupciones constantes, ya fuera por faltas o lesiones. La primera fue a los cinco minutos de salir, pues el árbitro tuvo que ser sustituido por un linier al lesionarse. Y hasta cumplirse el primer cuarto de hora del segundo período, no llegó la primera ocasión de gol para el cuadro bergantiñán por medio de un disparo de Jorge Sáez, tras una internada, al marcharse por el lado izquierdo. Este lo volvió a intentar acto seguido con un saque de esquina, pero Pachi lo paró con las manos. No obstante, en el minuto 71 volvió a ser el protagonista con un centro a Antas que este tradujo en gol (3-0).
A partir de este momento, el choque se volvió a interrumpir por una lesión en la rodilla de Dani Chimpín, primero, y un choque de cabeza de Adil, luego. Pero las ocasiones siguieron llegando para el Bergan, primero con un remate de Rodri tras una internada de Toni que se marchó fuera por poco, y después, con un centro chut de Iago Blanco que Pachi atajo con las manos y que despertó la polémica, pues los carballeses reclamaron al colegiado que el portero había atrapado el balón cuando ya este traspasara la línea de gol, y el árbitro no lo consideró así.
Una vez terminado el tiempo reglamentario, Rubén Arce hizo un pase a Adil en frente a la portería que, de haber llegado, podría recortar la distancia en el marcador. También un disparo de Antas, tras un pase de Rodri, se topó con el palo.
Tres puntos que saben a mucho tras el líder, el Compostela, empatar contra el Barco (1-1), logrando acortar la distancia en la tabla a solo un punto. El portero suplente Bugy, que se está recuperando de un derrame cerebral, acudió ayer al campo.
BERGANTIÑOS: Cristopher; Josito, Aarón, Baleato, Iago López (Iago Garrido, min 74), Granada, Rodri, Toni, Rivera (Richi, min 83), Jorge Sáez (Iago Blanco, min 76) y Antas.
ARENTEIRO: Pachi; Vilacha, Pana, Portela, Maxi (Adil, min 46), Padrón, Rubén Arce, Brais Vidal, Iker (Martín González, min 62), Dani Chimpín (Bardelas, min 65) y Carlos.
Goles: 1-0, min 23: Rivera; 2-0, min 34: Baleato, y 3-0, min 71: Antas.
Árbitro: Jose Luis González (Vigo), auxiliado por Cristian Vázquez y Antonio Domínguez. En el minuto 50 se intercambió los papeles con un linier debido a que se lesionó. Amonestó al local Aarón, y a Vilacha, Pana, Portela, Maxi, Brais Vidal y Dani Chimpín, del Arenteiro.
Incidencias: Partido correspondiente a la 29.ª jornada en Tercera División, disputado en el campo de As Eiroas ante 250 espectadores en una tarde fría y de viento, aunque soleada.