La piscina de Cee se abona a las buenas noticias pero la apertura sigue aún lejos

Si hace solo unos meses las noticias que llegaban sobre la piscina de Cee eran a cada cuál más negativa y enrevesada en cuanto a las consecuencias que suponía para la ansiada reapertura, en las últimas semanas las tornas han cambiado por completo. La presencia de un licitador, la empresa carballesa Viraxes del concejal Andrés Eirís, y la sentencia del Juzgado de lo Contencioso Administrativo Número 3 de A Coruña anuncian la luz al final del túnel. Eso sí, faltan todavía obras por ejecutar y es aún cuestión de meses que las instalaciones levanten el cierre que se prolonga desde abril del 2016.

¿Qué dice la sentencia?

Básicamente que Aquacenit es la responsable de su situación y de que la piscina se cerrase, por lo que, en base a todos los hechos acontecidos le debe dinero al Concello y no al revés como reclamaba. De ahí que tanto el alcalde, Ramón Vigo, como la concejala del PSOE, Margarita Lamela, destacasen en el último pleno que el fallo no era desfavorable a los intereses municipales, aunque luego discrepasen en si había que recurrirlo o no, en la necesidad de los informes requeridos y en la forma de gestionar del regidor.

¿Por qué desestima el juez el grueso de las peticiones de la empresa?

El juez rechaza los 219.135 euros reclamados por Aquacenit y da por buena la liquidación del Concello, por la cual la concesionaria le adeuda 108.263 euros, ya descontadas las obras que realizó en la piscina, porque la compañía «tenía que cumplir sus compromisos» y no lo hizo al dejar de abonar el canon del 2015 y el 2016 y cesar en la prestación del servicio, algo que se precipitó con la huelga de los trabajadores en abril del 2016, porque tampoco estaban cobrando parte de sus salarios. Considera el juez que «tenía que responder de su mala previsión o de su deficiente gestión» y que la huelga «fue provocada por la exclusiva conducta anómala de la empresa concesionaria». También en otros de los aspectos que generaban dudas, el magistrado deja claro que ni la legislación de contratos que se aplicaba en el año 2000 ni las posteriores «establecen que la administración contratante pueda ser responsable de abonar los salarios y cotizaciones sociales que la contratista adeude por los trabajadores empleados en la obra o servicio de que se trate. Por tanto, la única obligación que existe a este respecto y de la que tendrá que hacerse cargo la nueva concesionaria es la subrogación de ocho empleados.

¿Está adjudicado ya el contrato de la piscina?

No, únicamente se ha presentado una oferta, la de Viraxes, algo que no había ocurrido en la anterior licitación pública. Ahora el procedimiento debe seguir su tramitación y en caso de que se cumplan todos los requisitos legales exigidos, el contrato de gestión interesada por seis años, con tres prorrogables y una compensación anual máxima de 80.000 euros, será para Viraxes.

¿Se puede abrir ya la piscina entonces?

Tampoco. Al margen de los temas burocráticos están sin ejecutar las obras necesarias. La parte que paga directamente el Concello, que reservó para ello 40.000 euros, ya está encaminada, pero los 91.000 de la Deputación todavía están pendientes de varias aprobaciones. Sin embargo, también es cierto que de esta segunda fase solo una parque pequeña resulta necesaria para abrir la piscina al público.

---

---