Las averías pusieron fin a la aventura de Vidal en Suecia

Melissa Rodríguez
melissa rodríguez CARBALLO / LA VOZ

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CEDIDA

Motor | Un fallo en el embrague del coche le impidió terminar el rali

21 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

A principios de la semana pasada, el piloto vimiancés Amador Vidal partió hacia Suecia con un amigo portugués, José Camacho, para emprender la prueba más invernal del campeonato mundial de rali. Él como piloto, y el acompañante, como coopiloto. Pese a ser campeón de España de la especialidad de tierra dos temporadas consecutivas (2014 y 2015) y estar alejado de la competición activa desde ese último año por motivos de trabajo, el soneirán ya adelantó que acudía a la cita escandinava como algo puntual y con el único objetivo de pasarlo bien y vivir la aventura. No obstante, los fallos mecánicos en el coche con el que corría, un Mitsubishi Lancer EVO 10, se interpusieron en el camino y le impidieron disfrutar como él quería.

La prueba arrancó el pasado jueves a la noche con un tramo espectáculo de solo seis quilómetros celebrado en una ciudad de Suecia. Ahí no tuvo problemas. Pero a la mañana siguiente, desde muy temprano (6.00 horas), arrancó el auténtico rali sobre nieve. Y a punto de finalizar el enlace hasta el punto de inicio de la prueba, una avería dejó al Mitsubishi sin embrague. Pese al problema, Amador logró hacer tres tramos, pero finalmente tuvo que parar y arreglar el fallo.

Logró solucionarlo. Así, el sábado tomó la salida de la siguiente etapa, pero los quilómetros recorridos el anterior día sin embrague le pasaron factura al sistema de transmisión del vehículo y fue el diferencial trasero el que dijo basta cuando apenas llevaba completado un tramo. Así, la pareja quedó definitivamente fuera de la prueba mundial sueca, que terminaba al día siguiente.

Amador Vidal expresó ayer, ya desde tierras gallegas, que «pese ós problemas que sufrimos, levo unha experiencia moi bonita na neve, con paisaxes espectaculares, porque foi dos anos que máis brancura houbo». Tanto fue así que ya está pensando en un futuro próximo: «A ver se volvemos o vindeiro ano, porque cando comecei a estar a gusto sobre a neve, houbo que abandonar. Agora quedoume a espiña cravada, porque case nin me deu tempo a saboreala deportivamente. Ao principio estaba algo incómodo porque as sensacións eran moi distintas ao que eu estaba acostumado, pero despois adapteime». Y es que era la primera vez que tanto Vidal como Camacho corrían sobre nieve, sin incluso nunca antes practicar.