Ocupa una peligrosa antepenúltima plaza en Tercera, con 19 puntos, pero tiene la salvación a un solo punto
02 feb 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Laracha es como el enfermo que está en la unidad de cuidados intensivos, pero que los médicos no dan todavía por perdido. Para ello, nada mejor que un medicamento potente en forma de fichajes para revertir la situación. Javi Álvarez, el tercer entrenador del equipo en lo que va de campaña, tiene dos caras nuevas. Se trata de Mario Pérez González y José Moure Suárez. Dos jugadores de claro corte defensivo. El primero juega de central, y el segundo, de mediocentro. Estas incorporaciones deben compensar las salidas de José Suizo, Rebolo, Gil, Iván Patiño y Alexandre.
El Laracha ocupa una peligrosa antepenúltima plaza en Tercera, con 19 puntos. Pero tiene la salvación a un solo punto, que es lo que le separa del Negreira. A los laracheses les restan quince verdaderas finales para lograr su objetivo, la primera de ellas este domingo, a partir de las cinco de la tarde en el municipal. Enfrente un hueso duro: el Somozas, cuarto en la clasificación y, por tanto, en los puestos que dan acceso a la liguilla de acceso a la Segunda B. Un elenco potente y llamado a grandes retos.
Al Laracha no le queda otra que puntuar. En las últimas cinco jornadas sumó tres derrotas, un triunfo, contra el Boiro, y un empate, frente al Cultural de Areas. Pese a estas dos incorporaciones, en el Laracha no dan por cerrada la plantilla y no se descarta alguna incorporación de última hora.
De Mario Pérez González, que procede del Virgen del Camino leonés, destaca su buen posicionamiento en el eje de la zaga. De su compañero José Moure, que viene del Noia, su capacidad para mantener el equipo en la zona ancha.
Entrenamiento con dos caras nuevas