Duelo de titanes en el Lalín Arena

Javier Benito
Javier Benito LALÍN / LA VOZ

CARBALLO

Miguel Souto

El Calvo Xiria logró remontar tres goles cuando restaban apenas dos minutos para la conclusión del choque y acabó empatando (34-34)

26 nov 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La pregunta flotaba en el aire, sobre una afición rojinegra enardecida entre vítores a los jugadores y clamando el nombre de Bruno. ¿El Lalinense ganó un punto o perdió un punto ante el Xiria? A tenor de la satisfacción de la grada el equipo se debe quedar con lo primero, como ese apoyo sin fisuras al jugador cuyo error final ?pudo ocurrirle a cualquiera y hubo antes otros casi más cuestionables? propició la igualada casi sobre la bocina del conjunto de Carballo. Sin duda destacó la capacidad de lucha de los locales, durante gran parte del encuentro a remolque en el marcador, pero también debe analizarse qué falló para encajar tres tantos seguidos cuando se dominaba por 34-31.

Tras los primeros escarceos entre dos rivales que se conocen bien el Xiria demostró su fortaleza, con un sistema de juego consolidado con el paso de los años. Tocaban la partitura de memoria, sin fisuras en defensa y con capacidad resolutiva en ataque. Con el 4-8 Milucho pedía el primer tiempo muerto a los diez minutos en busca de soluciones y cauterizar heridas para evitar una brecha mayor. El Lalinense apelaba a la rapidez en las transiciones frente al juego más pausado del Xiria, en muchas ocasiones rozando pasivos que no terminaban de pitar los colegiados. Pero las diferencias apenas se recortaban, en un constante vaivén entre dos y tres goles.

Un arreón rojinegro, espoleado por sus seguidores, obligaba al técnico visitante a pedir tiempo muerto en el minuto 18 con 11-12. La casta volvía a surtir efecto, eso sí, relativo porque tras el 14-15 conseguido por Gustavo o el 15-17 de Román el Xiria lograba incrementar su ventaja antes del descanso a cuatro goles, 17-21, sin que los cambios tácticos introducidos por Milucho a falta de tres minutos, con un adelantado en defensa, hiciesen mella en el ataque rival.

La solidez táctica del Xiria se mantuvo en el arranque de la segunda mitad pero el Lalinense subía enteros en defensa, más adelantada y presionante para evitar las combinaciones del rival. Con Durán de nuevo bajo palos ?se perdió diez minutos en el final de la primera parte por molestias en un brazo? llegaban algunas paradas de mérito y los rojinegros recortaban diferencias. Con el 21-22 de Tate, el 22-23 de Porto, el 23-24 de Bruno o el 24-25 de Arón se colocaban a un gol de forma reiterada, incluso con ocasiones para igualar o adelantarse, pero no llegaba ese momento psicológico de ruptura.

Lo que sí se produjo fue un distanciamiento momentáneo del equipo de Carballo, más sólido en su juego y sin los altibajos para bien o para mal de los lalinenses. Con 26-29 Milucho optaba por defensa individual 5-1 , que logró desconcentrar a los visitantes, menos acertados en ataque en esta segunda mitad. Ramón redondeaba un parcial de 3-0 favorable que obligaba a los carballeses a pedir tiempo muerto en el minuto veinte. Pero de inmediato era Pachi quien igualaba por primera vez el tanteador a treinta y la euforia se desataba con el 31-30 de Tate, aplacada con el empate visitante.

Restaban cinco minutos y la tensión incrementaba grados en un choque de guante blanco, sin polémicas. La remontada había exacerbado la fe en la victoria del Lalinense, con goles de Pachi y Tate para ponerse 33-31. Tiempo muerto visitante en el 26:31 contrarrestado con gol local. Rozaba con los dedos de la mano el triunfo el cuadro rojinegro. Pero llegaron precipitaciones en ataque y una exclusión de Pachi que otorgó aire a un Xiria líder también por su capacidad para sufrir en momentos delicados. Su presión además provocada dos errores finales de los locales y dos goles visitantes para ese 34-34 que quizás contentó a todos.