Falleció el nieto de Labarta Pose, que se había ofrecido a donar su legado

Santiago Garrido Rial
s. g. rial CARBALLO / LA VOZ

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x. ameixeiras

Enrique Labarta Lorenzo visitó Baio en mayo de 1995 para homenajear a su abuelo

18 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Enrique Labarta Lorenzo, nieto del escritor Enrique Labarta Pose, falleció el día 1 de este mes en su casa de Trills, Alemania, cerca de Düsseldorf. Tenía 80 años, cumplidos en diciembre. El entierro se ofició ayer viernes en la misma localidad.

Labarta Lorenzo era el nieto del escritor baiés Enrique Labarta Pose, fallecido en mayo de 1925 en Barcelona. Ingeniero químico de profesión, en mayo de 1995 se desplazó a Baio para participar en el homenaje que las asociaciones Adro y Baio dedicaron a su abuelo. Y fue en ese acto cuando se ofreció a donar a un museo o similar de la localidad los libros y otros objetos que hubieran pertenecido a su antecesor. Exactamente, señaló: «Tengo sus obras, incluso algunas publicadas en el siglo pasado, y conservo casi todos sus libros antiguos. Yo quisiera cederlos a los vecinos de Baio cuando se forme una especie de museo». También agradeció el trabajo que el filólogo Xosé Manuel Varela realizó en esos años para rescatar el trabajo del autor, al que no llegó a conocer porque nació justo un año después del fallecimiento de su abuelo.

Sin embargo, no se supo más del tema, o al menos no trascendió, a pesar del importante movimiento asociativo que existe en Baio, de algunos locales que podrían acoger ese legado, o de la impronta que ha dejado Labarta Pose en la localidad.

La casa natal del autor está en manos privadas y la plaza quedó en el olvido

Comentaba Labarta Lorenzo, que trabajó y vivió más de 60 años en Alemania, que ese hipotético museo al que podría ir a parar el legado de su abuelo estaría muy bien en la casa natal, en Baio Pequeno. «Por desgracia -añadía- no nos pertenece a los Labarta. Está muy abandonada». Sugería consultar con una congregación de religiosas para tratar de convertirla en un jardín de infancia y, al mismo tiempo, esa sala de exposiciones y museo.

Pero pocos años más tarde, la casa llegó a manos privadas. Su propietario rehabilitó el inmueble y sigue en él. Esa vía ya ha quedado descartada.

Ni siquiera se usa ya el nombre de Plaza de Labarta Pose para referirse al espacio público superior, atravesado por la carretera provincial, pese a la subsistencia de la placa en un lugar que también era conocido como Os Carballos da Botica. Al construirse la vía, a principios de los años 50, ya no se usó más, y antes se había escriturado la finca en el registro y construido un muro por los herederos de Labarta. Pese a los intentos, no retornó al patrimonio público. Se había inaugurado un 11 de julio de 1928, segundo día de la fiestas de Baio, así que tuvo una vida efímera. Su nieto señalaba en aquella entrevista que durante unos 20 años su familia acudía a veranear a aquella casa, de gran solera.

Labarta Pose ha dado nombre al colegio de Baio; una de sus obras, a la asociación de vecinos, y otras fueron representadas por Badius, además de diversas influencias. Sigue siendo un eterno candidato al Día das Letras Galegas. En Carballo tiene una calle dedicada, en la zona del Bergantiños.