Donan uno de los remolcadores del «Prestige» para auxiliar a refugiados en el Mediterráneo

Emiliano Mouzo A CORUÑA / LA VOZ

CARBALLO

CESAR QUIAN

El buque Ibaizabal Tres tiene 43 años. Este barco realizó trabajos de remolque, de salvamento y rescate.

01 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El buque Ibaizabal Tres tiene 43 años. Este barco realizó trabajos de remolque, de salvamento y rescate. Entre otras acciones, fue uno de los que acudió a auxiliar al Prestige antes de su hundimiento en la Costa da Morte. A partir de ahora su misión será la de salvar las vidas de aquellos refugiados que naufragan cuando intentan llegar a Europa a través del Mar Egeo y del Mediterráneo central. De aquellos que huyen de los conflictos bélicos, como por ejemplo en el que se ve envuelto Siria, de la persecución y de la pobreza.

Y es que el Ibaizabal Tres, con base en A Coruña, acaba de ser donado por la armadora vasca a la oenegé Proactiva Open Arms.

Esta organización contaba hasta hace poco con un velero de lujo, el Astral, donado por el empresario italiano de colchones Livio Lomonaco. El barco fue construido en los años 70 para Cornelius Vanderstar, un superviviente del ataque de la Armada Imperial de Japón a la base naval de Estados Unidos en 1941.

Pero el fundador de Proactiva Open Arms, Óscar Camps, visitó hace unos meses A Coruña para conseguir un barco de mayor porte, «porque con el Astral es muy difícil trabajar en invierno y no podemos poner en riesgo a la tripulación», contó.

El llamamiento para adquirir un barco más grande, «con capacidad para 400 o 500 personas», fue a nivel internacional. De hecho, el ruego de Camps surtió efecto y desde el pasado diciembre la oenegé cuenta con el pesquero reconvertido Golfo Azurra, un barco de 43 metros de eslora y 8 de manga, que en agosto atracó en A Coruña al sufrir una avería cuando navegaba desde Inglaterra a Malta.

Negociación coruñesa

Pero aún contando con el Golfo Azurra, los representantes de la oenegé, con el apoyo y la colaboración de la Autoridad Portuaria, continuaron negociando con la armadora Ibaizabal. Las conversaciones llegaron a buen puerto.

Los técnicos ya comenzaron a trabajar en el Ibaizabal Tres para adaptarlo a las necesidades de las víctimas de los naufragios que se producen en la ruta del Mediterráneo. Las primeras actuaciones consisten en dotar al buque de nuevos y sofisticados equipos de navegación y comunicación.

El interior del remolcador, de 37 metros de eslora, 9,50 de manga y una potencia de 4.000 caballos, también será rediseñado «para acoger zonas de habitabilidad destinadas a los náufragos», contaron fuentes próximas a las obras. Y además, el buque será subido al carro para revisar su casco y su máquina.

El Ibaizabal Tres tratará de contribuir a rebajar las duras cifras de muertos en el Mediterráneo: 4.901 ahogados desde el 1 de enero al 20 de diciembre del 2016, según la Organización Internacional para la Migración.