Un peregrino argentino realiza el Camiño de ida y vuelta

a. martínez

CARBALLO

Matías Amaya había cruzado previamente 19 países de América

15 oct 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de cruzar 19 países de América y con 65.000 kilómetros a sus espaldas, el argentino Matías Amaya ha cruzado el Atlántico y ya ha hecho con su bicicleta el Camino de Santiago de ida y vuelta.

Este hombre de 33 años, natural de la ciudad de San Juan, lleva cuatro años y medio conociendo las más diversas culturas con su bicicleta. Matías decidió que quería dedicar años de su vida a viajar cuando su empresa farmacéutica se vino abajo de la noche a la mañana. Y no se arrepiente de ello. «Moverme de un lado a otro me ha hecho una persona mucho más humilde, compartir lo poco que tengo, he aprendido mucho de las personas que no tienen nada», asegura

En América pudo subsistir viajando gracias los trabajos temporales que le iban ofreciendo a su paso, pero en España, siendo extranjero, no es tan fácil encontrar un empleo aunque sea temporal.

Por eso, gracias al consejo de un amigo, reveló las mejores fotografías que ha realizado con su cámara de los lugares más interesantes que ha visitado, que ofrece a los viandantes a cambio de la voluntad. Vivir en la selva amazónica con los indios, contemplar un volcán en erupción en Ecuador o estar en el Caribe son algunos de los lugares que han quedado especialmente marcados en su retina.

Castigado por un párroco

La llegada de Matías Amaya a España está precedida de un cúmulo de equivocaciones que ha podido ir solventando gracias a la solidaridad de las personas que se ha ido encontrando a su paso. Cuando por fin pudo terminar la ruta Jacobea se dio cuenta, al contrario de lo que pensaba, que era un punto de llegada y no de partida de la ruta jacobea.

Un párroco de la ciudad compostelana le impuso el castigo de ir con su bicicleta hasta Roncesvalles y volver, «porque en su vida había encontrado a un peregrino tan despistado». Así que Matías hizo una primera ruta al revés, cruzándose con cientos de peregrinos. Al llegar a Roncesvalles se dio cuenta de la existencia de varios caminos de Santiago y regresó desde Irún bordeando la costa Cantábrica.