El desafío del nuevo auditorio carballés

Ángel Palmou CRÓNICA CULTURAL

CARBALLO

17 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

«Non é unha reivindicación, senón unha reflexión» insistió ayer Alberto Sueiro, pero lo cierto es que la apelación que el presidente de la asociación Telón e Aparte realizó durante la presentación del programa del FIOT 2016 a la necesidad que tiene Carballo de dotarse de un nuevo auditorio sí que comienza a ser una demanda perentoria en una localidad que ha hecho de la cultura una de sus señas de identidad y un ámbito de actuación estratégico. El exiguo escenario del Pazo da Cultura es el último escollo para que el FIOT, convertido ya en una marca de prestigio y con la solvencia económica que le proporciona el apoyo unánime del Concello, la Xunta y la Diputación, pueda acceder a algunos de los montajes más importantes del panorama estatal. El lleno que registran las funciones de la programación de sala avala también la necesidad de atender con una nueva infraestructura las necesidades de un público fiel y creciente.

Así lo entendió ayer Xosé Regueira, que en su doble condición de carballés y de responsable provincial de Cultura, salió del brete en el que puso Sueiro a los tres políticos que compartían presentación respondiendo con un órdago en toda regla: «O noso 33% xa o poñemos enriba da mesa, así que se a Xunta de Galiza pon outro 33 e o Concello o outro 33 estaremos xa falando dun auditorio para Carballo dentro duns anos», afirmó recogiendo «o guante» lanzado por Sueiro. Pero su gesto no tuvo réplica.

Jacobo Sutil, director de la Agadic, obvió el desafío pensando tal vez más en los límites de sus competencias que en el hecho de que sus jefes están en plena campaña y un guiño al respecto siempre puede servir para arañar algún voto. Y el alcalde carballés, Evencio Ferrero, aprovechó el silencio del representante autonómico para aparcar la cuestión explicando que, puesto que la Xunta no se pronuncia, él se ahorrará «ter que falar con intervención o luns» para hacer cuentas de lo que supondría el 33 % del Concello.

Más allá de los piruetas dialécticas de los políticos, el debate ya está abierto y más pronto que tarde habrá que sentarse a hablar de la cuestión. El proyecto del Pazo da Cultura carballés tardó seis años en materializarse, según recordó Alberto Sueiro, así que de repetirse esos tiempos es poco probable que pueda hacerse realidad su deseo de que el FIOT disponga de un nuevo auditorio para la edición del 2020. Pero, puesto que todos coincidieron ayer en emplazarse a celebrar el 50 aniversario del festival carballés dentro de 25 años no estaría de más tener el nuevo auditorio listo un poco antes y permitir así que una de las principales banderas del teatro en Galicia pueda ondear aún con más vigor.