La capital del automóvil da sus primeros pasos por el camino de la restauración

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado CEE / LA VOZ

CARBALLO

josé manuel casal

Los talleres, que están en jornadas de puertas abiertas, realizan algunos proyectos

17 sep 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

No es como en Joyas sobre ruedas o en cualquier otro de los programas americanos que proliferan en la TDT, donde a golpe de talonario y en menos de una semana un coche centenario recupera todo su esplendor; pero en los talleres de Baio, donde todavía quedan chapistas de los de cuando no había una aleta y se hacía a mano, empiezan a dar pequeños pasos para entrar en el tan complicado como apasionante mercado de la restauración.

En estos negocios, que durante el fin de semana celebran la 37.ª edición de Feirauto, con un marcado carácter solidario, sobran profesionales cualificados y amantes de los turismos, como Tino Martínez, de Baiocar, que sabe bien lo que es moverse en este mundillo de las máquinas de antaño, aunque fundamentalmente a título personal, porque en su taller cuenta con una veintena larga de vehículos de época, todos en perfecto estado de revista y en los que resulta complicado algo que no sea original.

«Empezei no ano 80 con un 4 4 porque como tiña o concesionario de Renault queríao así en plan símbolo. En primeiro non era para que acendese nin nada, solo para ter alí de mostra, pero pouco a pouco fomos indo, gustoume e deixámolo perfectamente preparado», explica Martínez que de ahí pasó a, ahora que tiene 60 años, enviar piezas de un Alfa Romeo a Japón y a moverse por Internet «ata as 12 da noite» en busca de componentes únicos.

Cuenta entre su flota con varios Cadillac, Dodge, por supuesto Renault,... y alguna verdadera joya, como un Floride descapotable o el mítico Alpine.

«O meu problema é que me gustan todos e agora a cuestión xa é a falta de espazo. Se me tocase unha Primitiva desas gordas, o primeiro que faría sería unha nave para poder gardalos como eu quero», señala el coleccionista, que ve el valor de los coches, más que en el precio, en su significado. «Cada un ten a súa historia: aquel que che chamaba á atención na infancia, o primeiro que tivo teu pai, no que aprendestes a conducir... Iso é o que lle dá verdadeiro valor».

Al margen de su pasión personal, a nivel comercial están «facendo algunha cousiña», pero de ahí a que realmente sea rentable «hai un anaco», aunque no descarta que pueda convertirse en una actividad más para los negocios de Baio, porque se trata de una afición en auge y, como dice su hermano, Lolo, «se hai mercado nas cidades tamén o pode haber aquí, porque a xente se sabe dun sitio onde se fan boas restauración desprázase». Eso sí «tes que irte a coches de marca, Mercedes, cousas así, e se pode ser algo deportivo», porque si te pones con un Seat 600 es muy fácil gastar 7.000 u 8.000 euros cuando no lo vas a vender por más de 4.000-5.000.

Hay que tener en cuenta, dice Tino, que «unha cousa é reparar para que o coche ande, funcione e outra distinta, restaurar, que significa deixar todo como cando saíu da fábrica» y eso implica dinero, buscar piezas por medio mundo y, sobre todo, «moitas horas». A poder ser, en asuntos como las tapicerías, de manos expertas, «unha persoa de idade que saiba o que ten entre as mans e que se unha costura vai así non vale doutro xeito».Todo en pos del esplendor de las antiguas máquinas y quien sabe si, a medio plazo, del negocio.