«Ser gallego es una riqueza universal»

carolina núñez Andrade, j. v. L. CARBALLO, CEE / LA VOZ

CARBALLO

El escritor Antonio Rodríguez,  de origen laxense por parte de madre, adelantó que un ministro le disputaría el puesto al presidente de Francia

12 sep 2016 . Actualizado a las 10:33 h.

Delémont es un pueblo pequeño de Suiza, un destino que eligieron muchas personas de la Costa da Morte cuando decidieron emigrar en busca de un futuro mejor para su familia. Los padres de Antonio Rodríguez (Delémont, 1966) fueron unos más de una larga lista de nombres. Él creció a más de 1.700 kilómetros de distancia de Galicia, pero con su cultura presente día a día. En su familia se instauró la tradición de volver todos los años durante el verano, normalmente a Laxe -donde nació su madre y donde vive la mayor parte de su familia materna- y en algunas ocasiones a Fornelos do Bolo en Valdeorras -el pueblo de su padre-. Una costumbre que aún hoy en día mantiene, con su mujer y sus hijas, «algo muy importante para ellas, porque aprenden algo más de Galicia para seguir transmitiendo esta cultura -cuenta-, aunque también procuro enseñarle otros lugares». Si por algún casual un año no puede venir confiesa que le «molesta muchísimo».

El hecho de haber sido hijo de inmigrantes lo impulsó a hacer una carrera internacional, que le permitiese «dar la vuelta al mundo». Sus primeros pasos en el periodismo comenzaron en un periódico local de Delémont, que se llamaba que se llamaba Le Democrate «haciendo crónicas de fútbol», pero sus ansias de viajar lo llevaron a entrar en la agencia Associated France Presse (AFP), una de las más prestigiosas del mundo. Uno de sus primeros destinos fue Uruguay. «Estuve tres años en Montevideo y allí conocí a los primos de mi madre», dice riendo, por lo insólito del hallazgo y porque, ante esta casualidad, su madre recorrió el océano Atlántico para reencontrarse con esa parte de su familia, que conoció cuando tenía menos 20 años. «Aquello fue muy emotivo», recuerda. Su madre podría haber emigrado también a América Latina, pero «los tiempos cambiaron desde el momento en el que emigraron los primos. Cuando pudo hacerlo ella la gente ya no iba a América, sino a Suiza», aclara.

Estos pequeños detalles le hicieron reflexionar sobre «la riqueza de ser gallego, somos un pueblo universal», afirma. Uruguay no es el único lugar donde Antonio Rodríguez hizo investigaciones buscando el rastro de familiares, también en Nueva York y en Los Ángeles. «Hasta aquí, en París, estoy rodeado de personas de Valdeorras. Tengo un montón de apuntes de todas estas historias y anécdotas, a ver si un día me pongo a dejarlo todo por escrito porque es realmente mágico», expresa.

30 años de profesión

«Cumplí los 50 este año y llevo 30 de profesión, de los cuales veinte los pasé en la agencia France Presse. En estas últimas épocas, tuve que cubrir lo que hacía el Arnaud Montebourg, el anterior ministro de la Recuperación Productiva, el equivalente al ministro de Industria español», aclara.

En este tiempo tuvo la oportunidad de presenciar escenas a las generalmente los periodistas no tienen acceso y, por estas razones se lanzó a escribir un libro «para contar lo que había sucedido». Su obra, titulada L’alternative Arnaud Montebourg, donde explica la salida del gobierno del ex ministro por los desacuerdos en materia de política económica con el Presidente de la República Francesa, François Hollande.

En sus páginas, el escritor formula la tesis de que el exministro «iba a tomarse la revancha contra François Hollande», porque se podría presentar a las próximas elecciones presidenciales del 2017. El pasado domingo 21 de agosto, Montebourg confirmó la tesis del libro de Rodríguez, porque le disputará la candidatura y si la consigue supondría un impacto en la política francesa, al darle un giro a la izquierda el Partido Socialista francés.

Este libro es una crítica a la austeridad y a la política económica del gobierno galo durante el mandato de François Hollande. Una ardua labor de investigación que le ocupó durante varios años y que compaginaba con el trabajo diario de seguimiento del ministro.

Sin embargo, lo que le conecta más directamente con la tierra originaria de sus padres y con la trayectoria vital de sus familias son los artículos escritos sobre el problema de los pagos de las pensiones de emigrantes gallegos, que por desinformación se habían abstenido de pedir la jubilación complementaria en los países donde trabajaron.