A Ponte do Porto y Toba soportan lo peor del fuego

CARBALLO

Ana García

Los desalojados de Sardiñeiro y Sembra han vuelto a sus casas

11 ago 2016 . Actualizado a las 17:57 h.

Las parroquias de A Ponte do Porto (Camariñas) y de Toba (Cee) soportan todavía lo peor de los incendios que han mantenido en vilo toda la noche a centenares de personas, incluidos decenas de vecinos obligados a abandonar sus viviendas en Sembra y Sardiñeiro.

A partir de las 02.00 horas la Guardia Civil autorizó que volviesen a sus casas, sin necesidad de evacuar el lugar de Cabaleriza, para lo que también había preparado un dispositivo preventivo. Únicamente una docena de personas, acompañadas por un voluntario de Protección Civil, pasaron la noche en el pabellón de Fisterra, donde cerca de medio centenar de vecinos dieron un auténtico ejemplo de solidaridad. En cuestión de minutos el polideportivo se llenó de mantas, colchones, leche, fruta,... e incluso dos microondas aportados por si fuesen necesarios para calentar comida.

"Fisterra é un sitio moi especial, pero cando pasa algo así e fai falta de verdade a xente responde", destacó el concejal de Seguridade, Xan Carlos Sar, quien calificó de "impresionante" la reacción de la gente.

El punto determinante para evitar que este gran frente que formó un arco desde Toba a Sardiñeiro con Estorde en medio, estuvo en evitar que el fuego cruzase la variante de la Autovía, que, junto con la protección de las casas, fue la verdadera obsesión de los equipos de extinción.

En A Ponte do Porto, aunque mucho más controlada que de madrugada, la situación es todavía preocupante porque, con el perímetro relativamente asegurado quedan focos internos, sobre todo entre As Barrosas y Cures-Vimianzo, donde dos motobombas y Protección Civil siguen regando de manera permanente.

Uno de esos camiones cisternas, el del Concello, fue objeto de un accidente. Sobre las 00.00 horas su conductor sufrió un desvanecimiento y se salió de la vía llegando a Dor, por lo que tuvo que ser evacuado al hospital Virxe da Xunqueira como medida de precaución.

En este mismo incendio ha vuelto a quedar de manifiesto lo más negro de la realidad que se encierra detrás de la mayoría de estos sucesos. Unos jóvenes vieron al que se presume como el incendiario que desencadenó el desastre, que huyó sin que llegasen a identificarlo.

La situación de alerta e intranquilidad es máxima en toda la zona porque las previsiones de descenso de la fuerza del viento no acaban de cumplirse en su totalidad y las condiciones son propicias para que rebrote cualquiera de los focos existentes o para que la aparición de alguno nuevo se vuelva incontrolable.

Entre los que sí se han podido atajar ya destaca el del cabo de la Nave en Fisterra, que no pasó a mayores pese a reproducirse ayer por la tarde.    

La superficie total quemada en la Costa da Morte se acerca a las 200 hectáreas a falta de los cálculos oficiales.