El piloto carballés ya acudió a esta mítica cita deportiva en seis ocasiones
23 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El París-Dakar, que desde la edición del 2009 se disputa por tierras sudamericanas, es la prueba mítica por excelencia. Es la versión en motor de los famosos Ironman. Reúne todos los requisitos exigidos. Esfuerzo sobrehumano, condiciones climatológicas tremendamente adversas, aventura, parajes inhóspitos pero a la vez espectaculares, diversidad cultural, cientos de kilómetros por etapa, lesiones, averías, riesgo de abandono, contratiempos. Un cóctel que hace subir la adrenalina al millar de participantes que, cada mes de enero, acuden a la cita.
Entre ellos estuvo un bergantiñán. Francisco Gómez Pallas, Fran (Caracas, 1969) es carballés y acudió a esta prueba en seis ocasiones (2000, 2003, 2005, 2006, 2007 y 2009). A la del 2008 no pudo ir porque la organización decidió suspenderla a última hora por recomendación del Gobierno francés por temor a posibles atentados. Desde entonces Fran Gómez no ha vuelto al Dakar: «Cogimos la época de la crisis y las empresas dejaron de aportar ayudas y yo fui uno de los grandes afectados», relató.
Experto piloto de motocrós, compitió durante muchas temporadas (empezó en 1985) en los campeonatos oficiales, quedando campeón autonómico en tres ocasiones. Pero sus miras y su ilusión siempre estuvieron en la mítica prueba fundada en 1978 por Thierry Sabine.
Cuando Fran participó eran tiempos de bonanza económica. De hecho lo hizo con motos de las marcas Honda, Yamaha, BMW y KTM. Pero a diferencia de los grandes nombres, el carballés se las tenía que ingeniar para completar el duro trazado. «Son etapas de 800-1.000 kilómetros cada una. Te pasas encima de la moto 15 horas y tu apoyo en la carrera es mínimo», relató. Y es que como en todo en la vida hay participantes de primera y de segunda. «Algunos llevan fisioterapeuta, varios mecánicos, cocineros y vehículos de apoyo. Yo voy con lo justo y he logrado terminar en varias ocasiones entre los cincuenta primeros», comenta con cierto tono de orgullo.
Sin embargo, la crisis truncó sus esperanzas de regresar a la llanura pampeana, la Patagonia argentina o el desierto de Atacama, en Chile, con la cordillera de los Andes como paisaje de fondo. Ahora Fran Gómez quiere regresar a esta gran aventura: «Mi objetivo es acudir a la del año 2017 porque a la del 2016 no me va a dar tiempo para reunir el dinero que me hace falta». El piloto carballés ya tiene moto, una Honda CRF 450 X, y varias empresas dispuestas a colaborar como Formas Inoxman, Garaysa, EMAC, Astyco o Bercom, pero todavía le queda mucha tela que cortar: «Para participar con ciertas garantías necesito entre 60.000 y 80.000 euros», apuntó.
El deportista cuenta ya con el apoyo de la asociación cultural-deportiva Team Dakar Costa da Morte. Pero para el 2017 Fran Gómez quiere hacerlo de una forma especial. Pretende relatar sus experiencias y dar a conocer los entresijos de la prueba mediante un equipo de producción que prevé hacer un documental titulado Un gallego en el Dakar, cuyo director será Toño López, artífice de éxitos como Mareas Vivas o Matalobos. Fran no desespera y espera conseguir los apoyos para sumar un nuevo éxito en su ya dilatada carrera deportiva.
«Para participar con ciertas garantías necesito entre 60.000 y 80.000 euros», aseguró
Gómez (Caracas, 1969) fue campeón gallego de motocrós en tres ocasiones.