Una amenaza para el ecosistema

Luis García LA PIZARRA

CARBALLO

29 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La globalización económica conduce a la creciente integración de las economí­as nacionales en una economía de mercado mundial en la que casi todas las regiones del mundo están interconectadas. La mejora de los transportes facilita los traslados de mercancías a escala mundial y permite a las empresas ampliar sus áreas de producción y de mercado a todo el mundo.

Y en este marco de globalización nos llegó en el año 2004 la avispa asiática o Vespa velutina.

Parece que entró en Europa por el puerto de Marsella, propagándose rápidamente por el sur de Francia y luego por el norte de España. Su presencia en Galicia se constató en 2011, y desde entonces con un crecimiento exponencial. Se instaló inicialmente en las comarcas costeras, pero cada vez coloniza nuevos territorios hacia el interior, dada su capacidad reproductiva y de aclimatación a nuevos hábitats. Los expertos afirman que ha venido para quedarse y tendremos que acostumbrarnos a convivir con ella, como antes se hizo, por ejemplo, con el ácaro de la varroa, que también vino de Asia.

Los apicultores están preocupados por la presencia de esta avispa depredadora de las colmenas que diezma progresivamente la población de las colmenas hasta la extinción de las mismas. Los daños no son solo en las colmenas, sino también en las frutas y otras producciones, pues su voracidad parece insaciable. A esto se une, a día de hoy, la ausencia de depredadores.

El control de esta plaga es una tarea que compete a todos. A los apicultores por ser los primeros damnificados, a la Administración (Consellerí­a de Medio Rural) por sus competencias en el control de plagas, y a la ciudadaní­a por la responsabilidad que tenemos todos en la preservación del ecosistema.

Es loable la labor divulgativa que se está haciendo desde la Asociación Galega de Apicultura sobre los peligros que entraña la proliferación de esta nueva plaga y los efectos perversos que puede tener en el ecosistema con la destrucción de los apiarios.

Un efecto positivo de esta alarma tal vez sea la toma de conciencia de la sociedad en general sobre la importancia de las abejas en la vida vegetal y en el mantenimiento de la biodiversidad. Pero ahora lo importante y lo urgente es frenar la propagación de esta destructiva avispa.