«Mucha gente sigue pensando que la ciencia no es imprescindible»

marta lópez, x.a.

CARBALLO

Jose Manuel Casal

El galardonado químico ha visitado varios lugares de la Costa da Morte

23 jul 2015 . Actualizado a las 15:30 h.

S. G. RIAL
Richard Schrock (USA, 1945) fue galardonado con el Premio Nobel de química en el año 2005, junto con Yves Chauvin y Robert Grubbs. Tras su primera visita a Galicia en 2001, el científico ha decidido repetir en nuestra comunidad y dedicar su último día a visitar la Costa da Morte.

-¿Le gusta esta zona de Galicia, al ser ésta la segunda vez que la visita?

-Por supuesto, esta es un área fascinante, con mucha historia. Siempre agradezco conocer a gente de otras partes del mundo, tan diferentes. Además, el tiempo es fantástico.

-¿Qué lugares ha visitado?

-La cascada de Ézaro, Fisterra y el Puente de Brandomil en mi anterior visita, en 2011. Hoy hemos visitado el Castro de Borneiro, el Monte Blanco y Dombate, por supuesto.

-¿Qué planes tiene para los próximos días?

-Llevamos un par de semanas por Europa, así que mañana toca irse de vuelta a casa (se ríe). Hoy, después de comer, iremos a Camariñas y visitaremos el castillo de Vimianzo.

-¿Qué le ha parecido el dolmen de Dombate? ¿Es importante preservar el patrimonio cultural?

-Nunca había visitado una construcción de este tipo, para mí es algo totalmente nuevo. Es muy importante conservar en buen estado nuestro patrimonio, quizá no puedan mantenerse bien cuidadas todos las construcciones, pero sí las de mayor relevancia. Así aprenderemos más de nuestra historia.

-¿En qué medida es importante para un científico acercarse al público?

-Es muy importante. Como también es fundamental intentar enseñarles nuestra obra. Cuanto más les enseñemos, mejor.

-¿Cuán importante es la divulgación ante grandes públicos: hacer fáciles los conceptos más complicados?

-Es fundamental, pero muy complicado a la vez. Todavía estoy en proceso de aprendizaje. El problema es que algunas audiencias no están científicamente formadas para entender las explicaciones más complejas.

-¿Cuál es el aspecto más gratificante de su labor como investigador y divulgador?

-Es una pregunta complicada, la verdad. Probablemente el descubrimiento original al que llegué en 1974, hace ahora 41 años. Sigo trabajando desde entonces, soy una persona muy activa en mi trabajo, aunque ya soy un poco mayor.

-¿Diría que un científico debe ser paciente?

-Sin duda. La gente impaciente comete errores.

-¿Usted ha sabido ser paciente a lo largo de su carrera como investigador?

-Lo intento, aunque mi mujer no piensa lo mismo (risas).

-Ha sido reconocido por su trabajo con el Premio Nobel casi cuarenta años después de su descubrimiento.

-En efecto, pero he seguido trabajando sin parar desde entonces. Investigando más y más y más. Cuando la gente comienza a hacer uso de tus descubrimientos es cuando realmente tu trabajo es recompensado, cuando se vuelve importante.

-¿Ha pensado en tomarse un descanso?

-Eventualmente lo haré, por supuesto. Pero no me gustaría sentarme a mirar el mundo pasar, al menos mientras pueda. Me gustaría ser como Jorge Mira algún día (los dos se ríen)

-¿En qué está trabajando en la actualidad?

-En dos ramas distintas. Por una parte las nuevas aplicaciones de esta reacción química. Para así promover más usos prácticos, como fármacos. Por otro lado estoy trabajando en la reducción por nitrógeno. He sido el primero en conseguir amoníaco del nitrógeno. Ahora queda seguir investigando para lograr hacer esta reducción correctamente.

-¿Es importante invertir en ciencia en los tiempos que corren?

-Absolutamente. Por desgracia en algunos lugares este tipo de inversiones suponen casi un lujo. Hoy en día se invierte en comida, por ejemplo, y mucha gente sigue pensando que ámbitos como la ciencia no son necesarios, imprescindibles. Espero que cuando la economía mejore, se invierta más en ciencia, pues la ciencia es la base de todo, es la base de la vida.