Los vecinos de Brens (Cee) quieren colaborar en la reparación de la casa rectoral, que quedó seriamente dañada en un incendio ocurrido en la tarde del domingo, aunque la mayor parte del coste será cosa del Arzobispado de Santiago. El párroco, Desirée Koukaou, se mostró ayer muy emocionado con la respuesta de los residentes en la zona, que una vez que los bomberos abandonaron el lugar acudieron a desescombrar y limpiar la vivienda, aunque la cocina quedó destrozada y el resto de la casa aún está llena de humo y con las paredes tiznadas.
Desirée Koukaou regresó a A Picota, en Mazaricos, a la casa en la que residía antes de ser trasladado para atender a los feligreses de Brens y Ameixenda. Desde esa casa se desplazó hasta Cee ayer por la mañana y seguirá haciendo el recorrido hasta que puede volver a la casa rectoral.
El valor de la reparación de la vivienda todavía no ha sido cuantificada, pero, según el sacerdote, será larga y costosa, por lo que la ayuda de los vecinos será fundamental.
Por el momento se desconoce cuando comenzarán los trabajos, que, muy probablemente, serán dirigidos por los propios técnicos del arzobispado santiagués.