«Hacemos que las vacas feas tengan hijas de las guapas»

C.V.G.a data / AGENCIA

CARBALLO

16 ene 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Daniel Martínez fue director del centro de Bos y ahora es veterinario de la empresa Embriovet.

-¿A que se dedican?

-La transferencia embrionaria centrada en multiplicar las mejores reses, las hacemos nacer de vientres de alquiler. Hacemos que las vacas feas tengan hijas de las guapas.

-¿Cómo es el proceso?

-El primer paso y el más importante es identificar bien a las buenas, con un método objetivo. El resto son técnicas de reproducción asistida y hemos empezado a trabajar en la fecundación in vitro. La cuestión es que haya más hijas de las mejores vacas y ninguna de las peores y con ello se consigue la transformación de la ganadería.

-¿Cuesta mucho la genética?

-No emplearla sí que es caro, porque se perpetúa una situación no deseable. Es erróneo invertir dinero en recriar de todas las vacas, porque, además, el azar hace que se multipliquen más las peores. Se trata de realizar un programa y el coste por embrión es de 120 euros. Se suelen utilizar seis de cada vez.

-¿Hace muchos años que empezaron con este trabajo?

-Hace 20 años, lo llevaba la Administración, pero desde hace 3 cancelaron los programas y ahora hay libre mercado. Hay varias empresas que vivimos de esto, pero con respecto a los países del entorno vamos bastante retrasados. Trabajamos en toda España, pero en Galicia tenemos la mitad de nuestro mercado. En la Costa da Morte no hay demasiada implantación. Tenemos solo seis clientes. El perfil medio es bastante profesional, con un nivel de formación alto. También tenemos otro, muy pegado a la vaca, que quiere que se multiplique, pero sin criterio objetivo. Es pasional y elige la que más le gusta, que no siempre es la mejor.

-¿Lo consideran caro?

-Ese tema siempre surge en la primera aproximación técnica porque es un gasto a largo plazo. Se trata de un programa a tres o cuatro años. Siempre lo comparo con la compra de una ordeñadora o un tractor. Cuando se termina una máquina compras otra, pero la genética no se termina nunca, porque las vacas paren y tienen una hija que hereda, la inversión se transmite. Siempre digo es lo único que permanece, junto con la formación.

-Pero también hay otras ventajas.

-Todo cuenta porque tienes más producción, menos enfermedades... Pero hay que pensar muy bien las características del animal que quieres reproducir para ver que es lo que quieres multiplicar en tu granja.